"Un solo bombero en el parque de Churriana". "El de Las Pirámides, sin mandos". "El jefe de guardia no contesta al teléfono y no sabe las tareas que corresponden al oficial y al suboficial". Los equipos de protección individual (EPI), es decir, los trajes, no han llegado a los parques, por lo que los agentes no están operativos. Así describen desde el Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) de Málaga cómo ha amanecido hoy el Real Cuerpo de Bomberos, cuya plantilla afronta el primer día del calendario laboral que impuso la pasada semana la jefatura de servicio de forma unilateral en pleno conflicto que desembocará el próximo día 14 en la primera huelga de la historia del cuerpo.

"Es una muestra más de que a la jefatura y a los políticos les da exactamente igual lo que ocurra en bomberos", aseguran desde la organización antes de insistir en que el calendario es una "represalia" a la huelga. Para los responsables del SAB, el descontrol por estas represalias han desembocado en "lo que se preveía". Además de cientos de equipos personales "amontonados" en una nave y mandos sin saber en qué han cambiado sus tareas, el colectivo advierte de que el parque de Las Pirámides que cubre la zona de Carretera de Cádiz, "una de las más pobladas de España", está sin mandos, el parque de Churriana con un solo agente y el del Mayorazgo (zona este) con menos personal del reglamentario.

El pasado 23 de febrero, la jefatura del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga ordenó de forma unilateral un calendario laboral sin negociar con los sindicatos. La orden, emitida por el subinspector Rafael Rueda por orden directa del jefe de servicio José Cruz, se conoció poco después de que la plantilla formalizara la petición de mediación del SERCLA ante el conflicto que mantiene con el Ayuntamiento que parece abocado a una huelga si antes no se llega a un acuerdo. Ese día, el sindicato aseguró que la orden era "ilegal a todas luces" y hablaron de "mobbing colectivo".

Para el SAB, ese calendario supone cambios de turnos, de parques y grupos de trabajo a prácticamente la totalidad de la plantilla, siendo incluso "mucho más duro" que el que supuso que los bomberos iniciaran en diciembre un encierro que ya lleva unos 60 días. "Cambiarán de zona a bomberos que llevan más de 20 años cubriendo una parte de la ciudad que conocen como la palma de su mano. Itinerarios más rápidos, mejores accesos, peligros potenciales, las peculiaridades de cada zona de la ciudad a las que estaban habituados quedan ahora en la incertidumbre tras la última represalia de Cruz. La operatividad del servicio podría verse afectada con un cambio que pretende más desquiciar a la plantilla que mejorar las funciones del cuerpo", advirtieron.