La asamblea de bomberos ha decidido finalmente recurrir el decreto con el que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, fijó el viernes los servicios mínimos de cara a la huelga indefinida que la plantilla comienza definitivamente este martes, 14 de marzo: «La corporación no nos da otra salida». Si ya lo dijeron nada más conocerla, ahora se reafirman. Entienden que la orden designa unilateralmente el número y categoría de efectivos que deben garantizar los servicios mínimos «sin tener en cuenta la propuesta presentada por los miembros del comité de huelga, que consistía en garantizar el operativo de una guardia ordinaria». También creen que el decreto declina la responsabilidad de la designación nominal de los funcionarios que componen los servicios mínimos en los mandos intermedios cabos y sargentos, incumpliendo de este modo las circulares internas del servicio o que lesiona el derecho de huelga del colectivo al permitir el esquirolaje interno ordenando habilitaciones de bomberos a cabos y cabos a sargentos para que realicen funciones de superior categoría. «Mientras un juez no resuelva el recurso del decreto y así poder garantizar la seguridad de los ciudadanos de Málaga, que es a quien nos debemos, vamos a realizar nuestro trabajo con celo escrupuloso, ya que consideramos que los servicios mínimos impuestos por la corporación no lo hacen», aclararon antes de anunciar que van a solicitar una manifestación. Por otro lado, la plantilla movilizada quiso responder al concejal de Seguridad, Mario Cortés, quien la semana pasada aseguró que asuntos como la reclasificación, la subida de salario y el recorte de horas de trabajo son reivindicaciones competencia del convenio colectivo que se firmó a finales del año pasado que no se pueden tratar hasta enero de 2018. La plantilla, en efecto, considera que ese convenio es legal, «pero es moralmente una traición al colectivo», ya que los sindicatos que lo firmaron tienen una representación del 5%. «Con el sistema actual de negociación, el resto de trabajadores municipales a 35 horas deciden que los bomberos trabajen a 44 y que además apenas cobren ese exceso de jornada, negociado a la baja en un complemento de jornada superior.

Por ley, según la plantilla, los acuerdos que se alcancen durante la huelga «tienen valor de convenio colectivo, por lo que eso de que el convenio no se puede modificar también es falso». Sobre esperar a 2018, aseguran que nadie garantiza «que no vuelvan a traicionar al colectivo como han venido haciendo históricamente» firmando con otros sindicatos que no representan al colectivo. «Los bomberos no piden más dinero. Las mejoras económicas a las que elude no se traducirán en una subida salarial ya que lo que se gane con la reclasificación se perderá con la regularización de la jornada, la más alta de España», aseveraron sobre los salarios.