La Universidad de Málaga instalará desfibriladores en todas sus facultades. Esta medida formaba parte del plan de gobierno presentado por José Ángel Narváez cuando fue elegido rector de la institución, y está a la espera de salir a concurso público.

Estos datos se conocen a raíz del fallecimiento el martes de una alumna en la facultad de Comercio y Gestión. Fuentes de la Universidad de Málaga informaron este miércoles a La Opinión de Málaga de que esta medida estaba aprobada desde hace meses y que no se ha tomado a consecuencia del fallecimiento de la estudiante.

La alumna, procedente de Ciudad Real, se encontraba en clase cuando se indispuso. Al desvanecerse, un compañero le hizo masajes en el pecho mientras llegaba la ambulancia, que la trasladó al Hospital Clínico, donde más tarde falleció. A consecuencia de la muerte de la alumna, esta facultad no dio clases ayer en señal de luto. Sus compañeros han iniciado una recogida de firmas en change.org para que se instalen desfibriladores en estos centros educativos. En sólo 24 horas había recogido 2.100 firmas.

Fuentes de la UMA informaron de que el plan de autoprotección, pese a no ser obligatorio, será una realidad. «Incluye un desfibrilador por centro, pero para eso debe haber un responsable, mantenimiento y cursos de formación», señalaron, al tiempo que explicaron que el servicio de Prevención de la UMA ya ha recogido información para la instalación de estos aparatos y ahora está en proceso de salir a concurso público porque el coste es superior a los 18.000 euros. Al ser mayor de esta suma debe salir a concurso.

Asimismo, ante las críticas en redes sociales sobre la importancia de contar con estos aparatos, las fuentes explicaron que sólo es obligatorio que esté instalado en el Pabellón de Deportes, que cuenta con uno, y también en la Facultad de Medicina, otro centro de la Universidad que lo tiene por petición propia. No obstante, reiteraron que está previsto que se instalen en todos los centros una vez se resuelva la licitación pública.

Precisamente este miércoles el consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Aquilino Alonso, reconoció a la Universidad de Córdoba (UCO) como el primer campus universitario andaluz cardioasegurado, ya que la totalidad de sus centros cumplen con los requisitos en materia formativa y de dotación de desfibriladores externos semiautomáticos. Un total de 218 centros de diferentes organizaciones en Andalucía disponen ya del distintivo de «zona cardioasegurada» que concede la Consejería de Salud, a través de EPES 061. Ante una parada cardiorrespiratoria, es fundamental la rapidez con que se inicie la maniobra de reanimación cardiopulmonar básica, por parte de las personas presentes, mientras llegan los servicios de emergencia. Concretamente, en Andalucía se dispone de 1.616 desfibriladores externos automáticos que, por sus características y funcionamiento, pueden ser manejados por personas que no son profesionales sanitarios. Hay que destacar que el 60% de estos han sido instalados de manera voluntaria.

Las instituciones que han conseguido ser «zona cardioasegurada» son fundamentalmente instalaciones deportivas, edificios públicos, colegios e institutos de enseñanza secundaria, estaciones de trenes, hoteles, empresas o farmacias. Málaga es la provincia con más zonas seguras. En la provincia hay 48, y le siguen las provincias de Córdoba con 42 y Almería con 38.

Y es que cada vez hay más conciencia sobre la necesidad de contar con espacios cardioprotegidos. De hecho, las comunidades de vecinos van a tener la posibilidad de contar con uno a través de un acuerdo firmado con el Colegio de Administradores de Fincas.