Ahora se habla del lobo solitario en contraposición a los grandes atentados...

El último mensaje de Daesh es no vengáis aquí, haced la yihad desde vuestros países. Primero porque se debilita desde el punto de vista militar y también desde el económico. Antes Daesh vendía el petróleo de la zona a Turquía y se financiaba, además de con los secuestros. Los están echando, pierden territorio y pierden financiación. Económicamente los especialistas dicen que están debilitados. Si no pueden luchar allí, recurren a los lobos solitarios. Nos hemos encontrado atentados recientes como el de Alemania. Es un gran problema para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque no es una célula yihadista detectada en una zona y preparada para atentar. Se trata de tu vecino, el que vive al lado, trabaja, es musulmán, tiene una conducta normal y de repente comete un atentado.

Ese discurso es muchas veces agitado por la extrema derecha, ¿no?

Ese es el problema. Eso pasa en Holanda, con Turquía. El discurso principal es que no se puede confundir el yihadismo con el Islam. Para Daesh, hacer la yihad es hacer la guerra santa. Sin embargo, para el Islam la yihad es un nivel superior dentro de la práctica religiosa. Es distinto.

Es una guerra espiritual...

Exacto, con uno mismo.