A veces se piensa que el yihadismo internacional y el terrorismo son fenómenos alejados de nosotros que sólo se producen en Oriente Medio, pero lo cierto es que desde que Daesh irrumpió en escena todo ha cambiado. Ahora, la orden es hacer la yihad en Europa. La profesora Pilar Rangel es experta en este fenómeno, que analiza con profundidad y sin apasionamiento en esta entrevista concedida a La Opinión de Málaga.

Tuvimos el 11-S, el 11-M y los atentados de Londres. ¿Por qué se siguen produciendo?

Dentro del terrorismo yihadista hay dos ramas: una es Al Qaeda y la otra el mal llamado Estado Islámico, los expertos no lo llamamos así porque ni es Estado ni es islámico, lo llamamos Daesh. Se siguen produciendo porque Daesh promulga la extensión del califato por todo el mundo. En un primer momento, el ideario de Daesh era «venid a nuestra tierra y luchad con nosotros, que vamos a extender el califato», lo que pasa es que la coalición internacional se está encargando de acabar con ellos. Ahora lo que dicen es «no vengáis aquí, haced la yihad desde vuestros países». En ese momento nos encontramos. Con los bombardeos están perdiendo su territorio en Siria e Irak, se están desplazando hacia Libia, y eso es lo que tememos ahora, lo tenemos muy cerca. Tienes Túnez, Argelia y Marruecos al lado. Estamos en un momento muy bueno de cooperación con Marruecos.

¿Sólo se puede ganar al yihadismo con una respuesta militar?

No. En este caso no. Eso lo hemos planteado muchas veces principalmente con expertos militares. Ellos entienden que desde el punto de vista militar sí se puede acabar con Daesh usando las armas. Pero, ¿qué hacemos con todos los que tenemos aquí? Porque aquí en Málaga puede que haya y si no hay ningún atentado es porque no tienen capacidad operativa. Este terrorismo yihadista está expandido por todo el mundo y en el momento en el que puedan actuar lo van a hacer.

¿Qué otra respuesta existe además de la militar?

Nosotros tenemos que felicitar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, desde el 11-M no hemos tenido ningún atentado yihadista en España. El 11-M nos pilló un poco de sorpresa, pero es verdad que somos ejemplo para el resto de países. En todos los estudios que hemos hecho, nos hemos dado cuenta de que es mucho más beneficioso invertir en prevención que en desradicalización, porque es mucho más costoso. Una vez que la coalición internacional bombardee Siria e Irak y los eche, lógicamente ellos se van a ir y algún sitio van a llegar. Tanto si son detenidos como si se desplazan, hay que hacer una gran labor en materia de desradicalización. Eso es muy caro. Estamos invirtiendo en prevención contra la radicalización. ¿Cómo se previene? De muchas formas. Empezando desde abajo, desde el nivel local.

¿Qué actividades de prevención se pueden hacer?

Hay muchas. Hay que empezar desde el ámbito local a través de trabajadores sociales, en educación, y básicamente centrarse en la mujer y los niños, son los dos grandes puntos en los que nos podemos apoyar. Muchas veces han sido las madres y esposas las que vienen, porque ven la situación en la que se encuentra su esposo o su hijo, a denunciar que están radicalizados. Ellas no quieren que viajen a Siria o Irak. Desde el punto de vista de la persona, son las mujeres y los niños con los que se trabaja en prevención. El foco principal yihadista está en Cataluña y Levante, aunque en Málaga también tenemos. Málaga tiene una peculiaridad, que es considerada de las pocas ciudades a nivel nacional como strong city. Eso significa que ha pasado una serie de requisitos para ser considerada así, es la única que hay en España, también están Londres y Nueva York. Por eso se celebró aquí la cumbre hispano-francesa.

¿Qué quiere decir que Málaga es una strong city?

Que cumple todas las normas en materia de seguridad.

¿Es más difícil atentar en Málaga?

Sí, está blindada, para que nos entendamos.

Ha habido golpes contra el yihadismo en Málaga, por ejemplo uno hace unos años en la calle La Unión. ¿Tenemos muchos yihadistas aquí?

No es de las ciudades que tenga más presencia yihadista. El foco más caliente está en el Levante español y Ceuta y Melilla. Aquí la cuestión es detectar si están, dónde, y si en algún momento van a poder actuar. Para eso están las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Si no atentan es que no tienen capacidad para hacerlo, o que la policía se encarga de que no lo hagan. Pero haberlos los hay.

¿Qué papel juegan las redes sociales en la radicalización el individuo?

Fundamental. El tema del cibercalifato es la principal fuente de captación para que vayan a luchar a Siria e Irak. Son buenos haciendo eso. Se habla de la seducción del Daesh. Utilizan todas las redes sociales para captar.

¿Quiénes son sus víctimas?

Hay de todo tipo, pero principalmente son personas desencantadas, se puede decir que son musulmanes de segunda generación, que no sienten una cierta identidad, no se sienten ni europeos ni de su país. No saben cuál es su identidad. El hecho de no estar incluidos en la sociedad, muchas veces hace que estén excluidos y el Daesh se presenta y les dice: «Vente con nosotros, que aquí tenemos trabajo para ti, te vamos a dar un sueldo, vas a tener mujeres». La narrativa del Daesh te dice que la yihad es un escalón más para llegar al paraíso, donde te esperarán vírgenes y mujeres y demás. Estoy en Europa, no tengo trabajo, estoy aislado, no sé cuál es mi identidad, no me siento musulmán, no me siento europeo, pero hay alguien que me dice te queremos, vente con nosotros al califato. Te damos trabajo, dinero, casa, vas a tener todas las mujeres que quieras, mujeres que son sus esclavas sexuales, son muchas de las europeas que se han ido a luchar contra el Daesh.

¿Cómo se radicaliza un individuo?

Es un proceso. Hay muchas escalas. No es lo mismo ser violento, que radical o yihadista o terrorista. Hay algunos casos, normalmente gente joven, que hace que sean captados por la pobreza. No hace falta que sea dentro de la mezquita. Puede ser alguien que haya en la mezquita, pero también fuera, un amigo. Alguien se fija en una persona, y ve si tiene el perfil. Son los captadores. Le hace un seguimiento, lo invita, lo hace como algo normal, como si fuera un amigo, le ofrece esto y él se siente alguien, que lo quieren, siente una identidad. Esto empieza con el discurso «los musulmanes somos perseguidos, no tenemos que consentir esto, tenemos que luchar, nos matan», y a partir de ese punto es cuando comienza la radicalización de forma progresiva, hasta que se conciencia de tal forma que se le invita a viajar a Siria e Irak.

La primavera árabe ha acabado descarrilando...

Ha sido un fracaso total. La situación actual de cinco años de guerra en Siria es consecuencia de la primavera árabe, es lo que hemos llamado el invierno árabe. Ha sido un desastre total.

En Siria, buena parte de la oposición está formada con grupos terroristas...

Hay muchos grupos terroristas. El problema de Siria es una pena, son cinco años de guerra civil, no se ha podido hacer nada a nivel internacional porque siempre ha existido el veto de Rusia y de China en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Hillary Clinton declaró que, en un primer momento, por querer derrocar a Al Asad, fueron ellos quienes armaron al Daesh. Estas son las consecuencias que tenemos. La historia se vuelve a repetir.

Parece que Al Qaeda se ha quedado un poco atrás...

Son dos ramas distintas y sigue existiendo. Todos los grupos yihadistas del Sahel, distintos a Boko Haram, que está en Nigeria, se han unido. Es un grave peligro que tenemos. Zoido estuvo esta semana en Nigeria para reforzar la relación entre España y Nigeria en la lucha contra el terrorismo y la inmigración. Un gran coladero que tenemos es el tema de la inmigración. Desde que empezó el conflicto en Siria por las fronteras exteriores de la Unión Europea han entrado más de 5.000 terroristas yihadistas, sobre todo por Grecia. ¿Nos han entrado en España? Pues puede ser.

¿Qué hay de verdad en la recurrente reivindicación de Al-Andalus que hace Daesh?

Eso es cierto. El objetivo ha estado ahí siempre. El objetivo de Daesh es extender el califato por todo el mundo. Todos los que no son ellos son enemigos, infieles. Al-Andalus es un objetivo prioritario, igual que Ceuta y Melilla.