El último desafío lanzado por Gonzalo Sichar contra su propio partido quedará sin consecuencias. El portavoz de Ciudadanos en la Diputación y también concejal en el Ayuntamiento de Málaga volvió a tensar la cuerda, rubricando el manifiesto de la plataforma cívica Ahora, y a la que se ha adherido, entre otros, la eurodiputada Carolina Punset, que, al igual que Sichar, se arremolina dentro del sector crítico con el líder del partido, Albert Rivera. La plataforma impulsada por el exdirigente de UPyD Gorka Maneiro se intuye como el paso previo a la creación de un nuevo partido político en un futuro.

Según confirmaron a este periódico fuentes de máxima solvencia dentro del partido, el malestar generado por el comportamiento de Sichar ha llegado hasta la dirección nacional del partido y su nombre sonó ayer en las altas esferas, donde se adoptan las decisiones de máxima autoridad. A pesar de los continuos reproches por parte de Sichar -ya denunció la existencia de listas marcadas en las votaciones del consejo general-, el partido no tomará, por el momento, medidas en el asunto para no poner en riesgo su condición de partido bisagra tanto en el Ayuntamiento de Málaga como en la Diputación, donde el voto de Sichar es imprescindible para seguir ejerciendo de llave. Al concejal díscolo de Ciudadanos le está salvando, en su caso, la aritmética y esta es muy simple en el Ayuntamiento de Málaga: los 13 concejales del PP y los tres de Ciudadanos, Sichar incluido, suman la mayoría absoluta en un corporación integrada por 31 ediles. Esto le permite a la formación naranja mantener una posición de fuerza con respecto al equipo de gobierno del PP, que necesita sumar el apoyo de Ciudadanos para sacar adelante sus mociones y, en última instancia, para sacar adelante elementos de suma importancia para la gobernabilidad del Ayuntamiento, como se ha podido comprobar recientemente con la aprobación de los presupuestos.

Por segunda vez consecutiva desde que el PP se quedó en minoría, se ha basado en la formación naranja para sacar adelante las cuentas. Un modus operandi que le ha permitido al grupo municipal de Ciudadanos y a su portavoz, Juan Cassá, obtener las correspondientes prestaciones que han ido nutriendo su acción política y que le han otorgado un peso que difícilmente podría mantener si Ciudadanos pierde su condición de llave.

Una hipotética expulsión de Sichar implicaría, a su vez, una grave crisis para el propio equipo de gobierno del PP. Si Ciudadanos decidiera retirarle el apoyo a Sichar, como ha hecho con su ya exparlamentaria, Mari Carmen Prieto, éste seguiría en el Ayuntamiento, pero en calidad de no adscrito. En este caso, al PP ya no le bastaría solo con los votos de Ciudadanos. Tendría que granjearse el apoyo de otras fuerzas o negociar de forma individual con el propio Sichar o, en su detrimento, con Juan José Espinosa, que ya engrosa la bancada de los no adscritos en el Consistorio.

Diputación de Málaga

El mismo escenario se repite en la Diputación, donde el PP, al igual que en el Ayuntamiento, gobierna gracias al apoyo brindado por Ciudadanos. El voto de Sichar, en este caso sumado al de Teresa Pardo, también es clave para garantizarle al equipo del gobierno del PP la gobernabilidad de la institución provincial.

El propio Sichar, preguntado por la adhesión al manifiesto de Ahora, aseguró a este periódico que eso no significa que tenga intención alguna de abandonar Ciudadanos: «Yo soy fiel a mi partido. Simplemente, hay cosas para los que una plataforma resulta más operativa». «Comuniqué la firma del manifiesto a miembros del comité ejecutiva», admitió que su decisión provocó «cierta sorpresa».

En este sentido, recordó que también firmó, en su momento, el manifiesto de Movimiento Ciudadano, embrión de Ciudadanos, y que entonces «no le molestó a nadie». Sobre su futura implicación en Ahora, reconoce que «todo está todavía un poco por construir» y descartó entrar a formar parte de su junta directiva.