Este mes es clave otra vez para el futuro del metro de Málaga. El consejero de Fomento, Felipe López, anunció ayer en Antequera que a finales de abril se reactivarán las obras en la zona del Corte Inglés, en el tramo intermedio entre Atarazanas-Guadalmedina, obra paralizada desde 2015 cuando se rescindió el contrato con la constructora Ortiz. El segundo anunció es la decisión de «no más allá» de final de abril de que el Consejo de Gobierno declare de interés metropolitano el tramo del metro al hospital Civil, tras las falta de consenso para abordar este trazado entre el Gobierno andaluz y el Ayuntamiento de Málaga.

Retomar la primera de las actuaciones es clave para permitir que el metro llegue hasta el centro de Málaga, unos trabajos que se iniciaron en enero de 2010 y que el pasado mes de noviembre retomó el Gobierno andaluz cuando autorizó contratar las obras por valor de 24,7 millones de euros para ejecutar el túnel bajo la avenida de Andalucía y terminar así el tramo Renfe-Guadalmedina, que conecta la actual red de metro con el tramo ya en obras bajo la Alameda.

Según las nuevas previsiones de Fomento los trabajos, que generarán 372 empleos, no empezarán antes de mayo y tendrían un plazo de ejecución de 22 meses por lo que la red completa hasta el Centro no estaría operativa hasta la primavera de 2019. No obstante, y vista la experiencia en este tramo, cuyas obras comenzaron en enero de 2010 con un plazo de ejecución de 13 meses, es difícil aventurar un cumplimiento estricto de los plazos.

El nuevo contrato permitirá acometer las obras que faltan tras la rescisión del contrato con la constructora Ortiz y que suponen el 35% del tramo de 745 metros de túnel. Básicamente es la estación Guadalmedina (en el principio de la calle Armengual de la Mota) y la continuación del túnel desde la plaza Albert Camus hasta el puente de Tetuán. Además, se debe rematar el resto del túnel ya construido bajo los Callejones del Perchel y la obra para proteger el tramo de muralla nazarí bajo el que discurre.

Este trazado enlaza con la obra del túnel bajo la Alameda, que comienza en el puente de Tetuán, para cruzar bajo el Guadalmedina y avanzar bajo la Alameda hasta la altura de Atarazanas, última estación del metro.

Ahora mismo se está terminando la demolición del tablero en el puente de Tetuán y «se podrá hacer el paso del río por debajo, y calculamos que con ese ritmo de obra, estaremos en condiciones en toda la zona de la Alameda, donde hay más dificultades, de iniciar la reurbanización en superficie entorno a finales de año», según explicó ayer el consejero de Fomento.

Metro al Civil

En cuanto al segundo de los anuncios, el Gobierno andaluz tiene decidido impulsar el metro hasta el Hospital Civil mediante la fórmula de declarar las obras de interés metropolitano tras fracasar todos los intentos de alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento de Málaga. La última reunión se celebró el 30 de diciembre del pasado año, donde quedaron claras las posturas enfrentadas pese al encuentro de una hora que mantuvieron el consejero de Fomento, Felipe López, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para sacar adelante este proyecto, acordado en noviembre de 2013. El Ayuntamiento de Málaga rechazó cumplir con lo firmado y mantuvo su apuesta por conectar la zona mediante un metrobús.

Ya entonces la Consejería de Fomento insistió en que no es viable jurídicamente combinar el servicio de metrobús propuesto por el Ayuntamiento y la red de metro.

En este sentido, el consejero de Fomento advirtió ayer al Ayuntamiento de Málaga de que pagará los «daños patrimoniales» que se deriven de «una decisión que interrumpa un itinerario trazado» del metro.

Sobre la falta de consenso con el Ayuntamiento, López confió en que «al final, más allá de los meses de desencuentros, haya posibilidad de que diga que sí». Es más, el responsable andaluz le dio una» razón suficientemente poderosa», ya que «no era un problema de intransigencia de la Junta, en absoluto, el problema es que el alcalde, Francisco de la Torre, nos pedía, sin ánimo de que hiciéramos eso, nos planteaba, una manifiesta ilegalidad, que no podemos hacer». Reiteró, por tanto, que el proyecto que planteó el Ayuntamiento del metrobús es «insalvable» y «desde el punto de la legalidad es imposible, es una ilegalidad», ya que «es cambiar sustancialmente una concesión administrativa». «Lo que plantea el Ayuntamiento no tiene cabida en la contratación», añadió.

El consejero recordó que en 2013 «hay una reordenación, porque había un ramal que iba en superficie hasta La Malagueta, que al final el Ayuntamiento decide que no, y se llega a un acuerdo de que es sustituido por algo que tiene fundamento, que es hacia el Hospital Civil, desde el Guadalmedina», ya que es «uno de los distritos más poblados» y se prestará servicio a la mayoría de los ciudadanos.

Por ello, dijo, «tiene, aparte de significación social, una deriva económica asociada», ya que, como subrayó «tiene que haber un cierto equilibrio, cuanto más millones de ciudadanos transportemos menos déficit se generará».

Para López, «se trata de hacerlo más racional, darle respuesta a la mayor cantidad de los ciudadanos posibles, y que, a la vez tenga, el menor déficit de explotación». «Ese era el esquema con el 2013 se cierra el acuerdo con el Ayuntamiento», señaló, recordando, que si se termina la obra en los términos previstos, «estaremos en casi 21 millones».

«Si el Ayuntamiento se empeña en que no, nosotros decimos que sí, pero tiene que permitirnos hacer la obra porque no se puede hacer una obra de esta naturaleza si el Ayuntamiento no da permisos para el desvío de tráfico, entre otros; es una obra que necesariamente tiene que contar con el acuerdo municipal, de una manera u otra», advirtió.