Otra vez el nombre de José Seguí. El arquitecto malagueño, autor del hotel de lujo del puerto, ha ganado el concurso de ideas del Astoria, que fue convocado el pasado mes de noviembre por el Ayuntamiento de Málaga con el fin de despejar el incierto futuro de la parcela en la plaza de la Merced, donde se erigen todavía los antiguos cines Astoria y Victoria en cliché de abandono.

El proyecto entregado por Seguí logró convencer a un jurado de expertos urbanísticos encabezado por el jefe del departamento de Arquitectura del Ayuntamiento de Málaga, Javier Pérez de la Fuente. La elección del oráculo, que tuvo que dirimir entre un total de 70 proyectos entregados, muchos de ellos de fuera de España, le granjea a Seguí, de entrada, los 50.000 euros con los que estaba dotado el concurso para el primer premio y coloca sus trazos en una situación de privilegio para hacerse realidad en un futuro no tan lejano.

La superficie de la idea ganadora, que además del estudio de Seguí cuenta con el estudio Internacional Mendoza Partida y otras colaboraciones, es de 9.188,47 metros cuadrados de techo y propone un centro unitario de Ocio Cultural de Alta Calidad y Actividades Comerciales Complementarias, que plantea gestionar espectáculos de artes escénicas, música, gastronomía, cine y espectáculos en vivo. En esta ocasión, Seguí cuenta, además, con el apoyo directo de alguien como Antonio Banderas, cuyo respaldo se intuye de un valor incalculable en Málaga. Según la documentación presentada por Seguí, su proyecto bautizado como Ecos Urbanos está participado, además, por la empresa de eventos culturales Starlite.

En números, la propuesta de Seguí se explica en un presupuesto que supera los 14 millones de euros y que, una vez construido el edificio proyectado, se extendería a lo largo de unos 9.188 metros cuadrados. Atendiendo a la memoria que acompaña la propuesta, el futuro inmueble que acapararía el campo visual de la plaza de la Merced supondría una «nueva centralidad» y un «punto de encuentro urbano».

En palabras del propio Seguí, se está ante un edificio «abierto, compacto y multifuncional». Con un límite, en sus extensiones, que se desdibuja para hacer partícipe a la plaza de la Merced en sus distintas escalas y magnitudes. Más allá de este jerga del gremio, el inmueble contará con espacios para artes escénicas, música, cine y espectáculos en vivo.

Además, habrá un espacio reservado para una parte gastronómica, por lo que se intuye que la restauración jugará un importe papel en la propuesta desarrollada por Seguí y que podría resolver, de una vez por todas, el quebradero de cabeza que le está suponiendo al Ayuntamiento resolver el futuro de esta cotizada parcela.

Después de largos debates que no sirvieron para nada, el Consistorio pretendió recabar propuestas arquitectónicas y de negocio para la manzana en cuestión. Cabe recordar que, según su actual calificación, puede albergar usos culturales y comerciales, al estilo de la zona de hostelería desarrollada junto a los puestos del mercado de la Merced. ¿Significa esto entonces que el proyecto de Seguí ha recibido el visto bueno definitivo por parte del Ayuntamiento para convertirse en realidad? De entrada no, aunque supone un importante empujón si se decide sacar a concurso público el futuro uso del espacio. Este es un elemento clave, ya que el concurso de ideas no iba aparejado, en ningún momento, a una adjudicación directa por parte del Ayuntamiento.

Pero tendría poco sentido convocar un concurso de ideas que ha supuesto para el Ayuntamiento, solo en premios un gasto de 80.000 euros, si no es para definir las futuras características de como debe ser el proyecto final. Así se desprendió, también, de las valoraciones que hizo el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, al asegurar que ese era el «objeto de un concurso de esta concepción». Sobre el proyecto en sí, el regidor también se ha mostrado convencido de los atributos del mismo, destacando que «tiene personalidad, fuerza y que está planteado en términos de ser útil para la ciudad».

A partir de este momento, se entra, sin embargo, en una nueva fase que se dibuja sin plazos concretos y que deja en el aire una decisión definitiva. «Estamos ante un proyecto que puede ser realizado», dijo De la Torre, antes de emplazar al diálogo a técnicos y arquitectos de la Gerencia de Urbanismo». Éstos serán los encargados de trazar el marco jurídico por el que debe moverse el futuro proyecto. Por otra parte, queda la duda de saber de dónde vienen los 14 millones de euros necesarios para la construcción del inmueble, teniendo en cuenta que el Ayuntamiento no va a aportar fondos públicos. Sobre la posibilidad de que una futura explotación esté ligada al pago de un canon, De la Torre explicó que es una reflexión que todavía está pendiente de acometer.

Antecedentes

Los antiguos cines Astoria y Victoria, vacíos desde diciembre de 2004, fueron adquiridos en 2010 por 20,7 millones de euros por el Ayuntamiento de Málaga a la promotora Baensa, que tenía como objetivo destinar este espacio a pisos de lujo.