­Carlos Sanjuán vive en la localidad malagueña del Rincón de la Victoria, donde me recibe con unas gafas protectoras debido a las secuelas de un desprendimiento de retina que ya está en vías de solución. Tiene a una hija viviendo en la casa de enfrente y nietos correteando entre las dos. Un rosal trepa por la fachada hasta el tejado cuajado de flores. Y de espinas. De ambas sabe este abogado y comandante de la Armada retirado hace 40 años por pertenecer a la UMD (Unión Militar Democrática). Jubilado, aunque no lo parece, ha sido casi todo en la política española: consejero de Interior de la Junta preautonómica de Andalucía, subsecretario de Estado, secretario general del PSOE andaluz (1988-1994) y del Congreso (1985-86). Las próximas Primarias en su partido le han hecho desprenderse de la rutina y «volver» a la política… Aunque nunca se ha marchado y siempre ha sido muy crítico con su partido por no separar lo institucional de lo orgánico o por no alzar la voz en caso como en el fraude de los ERE.

¿Queda alguien en el PSOE que le diga a usted: «A sus órdenes, mi comandante»?

(Risas) No. Ni tampoco buscaba yo que nadie me dijera eso. Pero me lo decían por detrás, para hacer ver como que yo mandaba mucho. Al ser yo comandante pretendían decir que yo era autoritario…

… Es que usted llegó a mandar, y mucho.

Llegué a dirigir el partido, sí. Y a ser reconocido. Pero nunca fui consciente de lo que mandaba. Yo trabajaba mucho pero sin consciencia de todo lo que podía mandar ni de todo lo que podía haber hecho. Jamás fue mandar mi motivación.

Es un histórico de la política de nuestro país desde la Transición, por la responsabilidad que asumió, su personalidad y algunas de las decisiones que tomó entonces. Supongo que por ello Susana Díaz le consultará de vez en cuando…

No, no… (Risas) Yo fui a su toma de posesión cuando fue elegida secretaria general porque me invitó. Como he ido a los actos de Zapatero, Felipe, Alfonso, etc. Pero no he tenido nunca una conversación que llegue a 10 minutos siquiera con ella.

¿Votará en las Primarias, supongo?

Sí, sí, ¡claro!

Lo suponía…

(Risas) Evidentemente, me siento comprometido con mi partido, ahora tanto como siempre.

Entonces, ¿va a ser usted sincero en esta entrevista o a tratar de utilizarme para el tacticismo electoral?

Voy a intentar ser sincero, si no no hablaría con Domi del Postigo…

Hombre, muchas gracias… Pues la pregunta más clara no puede ser: ¿Susana Díaz, Patxi López o Pedro Sánchez?

Pedro Sánchez.

¿Por qué?

Porque para mí es la única opción posible de cambio para el PSOE. Diríamos que, además, le han llevado a que para él sea el único e inevitable compromiso, el de intentar reconstruir el partido. Porque el PSOE necesita, obviamente, una gran reconstrucción.

Pero la obligada renuncia de Pedro Sánchez el 1 de octubre, tras aquella votación tan controvertida, no borra algunas contradicciones en su mensaje actual respecto al que tuvo como secretario general, ni su derrota electoral…

La verdadera derrota ya la había sufrido Rubalcaba. Vamos a ver, no es nada fácil ser secretario general del PSOE en los momentos en que entró de nuevas y con la situación que ya atravesaba el partido. Pedro Sánchez fue aprendiendo. Pero no le dieron facilidad alguna. Me escandalizaba cómo se quería hacer ver que sólo le estaba guardando el sitio a alguien. Pero, claro, eso es imposible, porque un secretario general lo es a todos los efectos. Lo que ocurre es que Pedro Sánchez se dio cuenta. En el mismo momento en que sintió la auctoritas del partido quiso ejercerla sin tener tutelas. Y eso no se quiso aceptar. De ahí vinieron esas dificultades, ese final absolutamente bochornoso y las dimisiones en cadena en su Ejecutiva. Yo he sido marino y comandante, por eso comprendo que alguno definiera lo que pasó como un golpe de estado chusquero. Y todas las personas que lo legitimaron perdieron la legitimidad para dirigir este partido.

Dice que ser secretario general es difícil. ¿Está dejando caer que si Susana Díaz gana las Primarias debe abandonar la presidencia de la Junta de Andalucía?

Y no sólo lo creo yo. Me parece que Felipe González -persona con la que yo he coincidido mucho y descoincidido después considerablemente- lo vino a decir así en el mes de febrero. Yo creo que Andalucía, la primera en población, la primera también en problemas, y donde no tenemos ahora mayoría absoluta, exige toda la dedicación, y es poca. No creo en los superdotados a la hora de dedicar horas de trabajo. Si yo hubiera podido hablar con ella le habría dicho que, por favor, ¡pero en qué pensaba!… Ella puede ser la secretaria general si la votan en estas Primarias, pero ese cambio hará que el PSOE pierda Andalucía.

¿Y esa pérdida no podría ser la catarsis que el PSOE necesita para oxigenarse y renovarse de cara al futuro en una Andalucía donde aún no ha habido alternancia de partidos en el poder?

Sé que ahora el partido está muy mal y que necesitamos un cambio importante, pero no quiero que eso se produzca gobernando la derecha en Andalucía. Lo que yo creo es que Susana Díaz y el partido tienen que ponerse las pilas para ver cuáles son los problemas reales que tiene esta tierra y cuáles los que tiene el PSOE aquí, terminar de una vez con la institucionalización del partido, que depende absolutamente de la Junta, y hacer un PSOE autónomo capaz de denunciar los problemas para que vuelva a tener la presencia social que ahora no tiene. Eso es lo que tiene que hacer Susana Díaz y tiene poder más que suficiente para hacerlo. Que ponga a este partido en 90.000 o 100.000 afiliados, que son los que tenía el PSOE de Andalucía. Y que vuelva a restablecer relaciones intensas con la UGT, y con CCOO. Tiene que poner a toda la sociedad civil a trabajar y atraerla nuevamente hacia el PSOE.

Habla de los sindicatos de clase… ¿Quiénes son hoy la clase obrera?

Todos aquellos que tienen que ganarse la vida con su esfuerzo y su trabajo, bien manual o intelectual.

¿Incluye a los autónomos? Lo digo por lo que decía de ellos Miguel Ángel Heredia (actual secretario del PSOE malagueño y en el Congreso) en la famosa «pillada» cuando les hablaba a jóvenes del partido en Cortes de la Frontera

Ya, ya... Naturalmente incluyo a los autónomos. Yo mismo he sido autónomo como abogado laboralista y cuando creamos la librería Proteo-Prometeo y el Museo del Vino de Málaga…

… Había cierta vocación de librero en el otrora sector guerrista, también Alfonso Guerra con la Librería Machado en Sevilla…, no veo yo esa tendencia en los políticos actuales de cualquier partido.

(Con equívoca ironía) Yo no comento…

Da la impresión de que las Primarias, o bien le suponen al PSOE un trauma -recuerdo como acabó Borrell aunque se las ganara a Almunia- o parecen un poco de mentira a la hora de la verdad, como las que ganó Susana Díaz (no hablamos de las del PP porque no hay, pero sí en Podemos o Ciudadanos).

A ver… las primeras elecciones Primarias se realizan en 1905 en EEUU. El partido Republicano y el Demócrata también se habían esclerotizado y las bases de esos partidos establecieron las Primarias para que no se perpetuara clientelarmente el poder, incluso para los sheriff y los jueces…

… Interesante apunte histórico para contextualizar, pero le pido que afine respecto del PSOE.

Pues el PSOE establece las Primarias cuando ve que eso le está empezando a ocurrir. Estamos hablando de finales de los años 90. Es más, le voy a confesar que cuando al principio se habló de Primarias para elegir a los alcaldes me dije: ¡pero si nosotros las Primarias las teníamos ya! Se aprobaban las listas en agrupaciones, se contabilizaban los votos y se hacían asambleas para votar delegados que iban mandatados a otra asamblea, y así… Pero ese funcionamiento democrático se fue perdiendo porque se metía a la gente en el partido en función de familias, completas y enteras, empezaban los nombramientos a dedo y las promesas de trabajo y todas esas actuaciones que devienen en corruptelas.

¿No cree que muchos en el partido piensan como Heredia, por ejemplo, respecto a que el enemigo del PSOE es Podemos?

Yo no simpatizo en absoluto con Podemos. Me estoy refiriendo a su dirección. Sus votantes en parte son desencantados de nuestra propia opción política que se ilusionaron con Podemos. Aunque más de un millón ya se han desencantado del Podemos de Iglesias. Recuerdo cuando Anguita prefería que gobernara el PP a que gobernara el PSOE. Aquellos viejos comunistas que renegaban de los socialdemócratas… Pero para nosotros el enemigo es la derecha.

¿Enemigo o adversario? ¿No le sobra tanto lenguaje bélico en el fútbol, en la política,…?

Está bien lo que me dice y lo recojo. Pero yo he tenido la responsabilidad de preparar campañas electorales en Andalucía y utilizábamos esos términos para dejar claro quién era el enemigo electoral y que el adversario para evitar que la derecha gobernara era la otra izquierda.

Se están recogiendo avales hasta apabullar… Defíname «aval» en el PSOE.

(Risas) Es el compañero que considera a ese candidato idóneo para presentarse a…

La teoría me la sé.

Fíjate que antes se necesitaban sólo dos avales para entrar en el PSOE, ahora tienen que avalar hasta un 5% a los candidatos. A mí me parece que la primera vuelta tendría que ser absolutamente abierta para que se presente quien quiera. Y luego que hubiera una segunda vuelta entre los dos primeros. Pero, en fin, estamos aprendiendo, experimentando…

Tras el Brexit, los votos de la extrema derecha en Europa, la vuelta de tuerca de Erdogan en Turquía, las malas perspectivas de los socialistas en las elecciones francesas y Trump en la presidencia de los EEUU… ¿No cree que Merkel o Rajoy son casi socialdemócratas?

(Risa intencionada) Sí, sí... Pero no. Los socialdemócratas somos conscientes de la necesidad de redefinirnos y, al mismo tiempo, de volver a algunas de las esencias de lo que fuimos. Incluso de recuperar el anhelo de la utopía, que nunca se consigue pero hacia la que hay que caminar. Que todo el mundo tenga sanidad o educación era utópico, ahora hay que consolidar nuevos derechos. Y mantenerse firme con la reaparición de los nacionalismos. No se puede ser socialista y ser nacionalista.

Pues algunos acusan a Pedro Sánchez de mostrarse cercano con el nacionalismo catalán.

No estoy de acuerdo. Pero el nacionalismo nos cogió el pan debajo del brazo al principio de los 90 y ha estado cambiando la historia y caminando de manera irreversible hasta lo que es hoy y….

A sus 79 jóvenes años, viviendo en este paraíso junto a la playa y a Violeta (que no deja de cuidarle vigilando cómo le pregunto) ¿qué le rebela para seguir haciendo política?

(Manotea) Mira…, que Málaga, por ejemplo, la provincia que fue la primera en voto socialista en las elecciones generales de 1977, haya pasado a ser la última en Andalucía, prácticamente, y que eso se vea con naturalidad y ¡no se haga nada por cambiarlo!

Sigue teniendo ademanes de comandante, y ya que mencionaba a su mujer, Violeta, ¿qué grado tiene ella en este cuartel que es su casa?

¿Ella?... Ella es Violeta, ni más ni menos. Y lo es para mí desde hace más de 25 años ya…