Mario Cortés, concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, ha explicado este martes a La Opinión de Málaga que ya se barajan en el seno del equipo de gobierno una serie de medidas para mejorar la seguridad en las calles durante la Semana Santa de 2018 tras la estampida del pasado Lunes Santo, que acabó con varios penitentes heridos leves del Cautivo y con daños patrimoniales para la hermandad. La avalancha, fundamentalmente, afectó a la calle Carretería, donde es habitual que muchos malagueños coloquen sillas a lo largo de la vía horas antes de que comiencen los desfiles procesionales. Entre otras medidas que el Consistorio analiza ya, se encuentra la de multar a quienes coloquen sillas o mesas.

El bando emitido por el Ayuntamiento el 21 de marzo de 2017 dice, en su punto décimo segundo, lo siguiente: "Igualmente, y con motivo de la masiva concurrencia de personas en las distintas calles por las que discurren los desfiles procesionales, queda prohibido en estas la colocación de sillas plegables, sillas, sillones, mesas o cualquier otro mobiliario móvil no permanente sin autorización. La Policía Local requerirá a los infractores para que procedan a su retirada y si no lo hicieran, la administración, a través de sus servicios correspondientes, retirará los mismos, siendo a cuenta del interesado los gastos que se originen conforme a la legislación vigente".

Cortés ha indicado que es necesario "hacer un análisis serio sobre esta tradición de sacar las sillas a la calle, debemos evitar que se coloquen en vías de evacuación y ver si las vamos a autorizar en toda la calle o no". "Debemos estudiar incluir la correspondiente sanción en la ordenanza", ha matizado. "Sí, nos planteamos multar en el tema de las sillas, se pretende que, al menos, no ocupen las vías de evacuación", ha añadido.

Estos días, en las redes sociales han sido habituales las fotos de ciudadanos denunciando la existencia de sillas en Carretería y otras calles cercanas horas antes de que pasaran las hermandades y cofradías por la zona.

Ha explicado que la avalancha, que se originó por una pelea, "no tiene que ver con la seguridad, sino con la excitación de la sociedad, con la psicosis colectiva que hay a raíz de la existencia de noticias diarias sobre atentados. Eso puede volver a ocurrir, desgraciadamente, pero no lo eliminas ni con un policía en cada esquina".

Hay, no obstante, varias medidas más que se barajan "para evitar altercados, más que avalanchas". Por ejemplo, "igual que se refuerza la seguridad el Jueves Santo con la Legión, podría reforzarse Carretería en Lunes Santo" cuando el Cautivo y otras hermandades atraviesen la vía a última hora de la noche o primera de la madrugada.

También habría que "señalar mejor las salidas de emergencia", analizar el tema de los malagueños que ponen sillas desde primera hora de la mañana para ver las procesiones por la tarde en Carretería y vías anexas o, una vez que se produzca un cambio en el itinerario oficial, repartir las sillas por otras partes del recorrido, dejando más vías de evacuación en la calle Larios.

Cortés han comentado que el mismo Jueves Santo, al mediodía, la Policía Local ya tuvo que intervenir porque muchas personas habían ocupado con sus sillas zonas de evacuación de la calle Carretería. Ante la posibilidad de generar un conflicto mucho mayor si se procede a denunciar a algunos ciudadanos por desobediencia y detenerlos luego, se aplicaron el sentido común y el principio de proporcionalidad, de forma que "se llegó a un acuerdo con ellos para garantizar que no hubiera sillas en las zonas de evacuación".

En su opinión, no es un problema de horario -la avalancha tuvo lugar pasadas las dos de la mañana-, de forma que el Cautivo lleva años pidiendo salir la primera del Lunes Santo para evitar situaciones como esta, algo que ya hizo en 2010 la cofradía del Rocío y, mucho antes, la Expiración y otras más. "Pueden ocurrir los mismos problemas a las cinco, a las ocho de la tarde o a las diez de la mañana, de hecho al ser tan tarde no había tanta gente en la calle".

Una oportunidad interesante para acometer cambios en el tema de las sillas, que no consiste en aumentarlas, sino repartirlas mejor, será el cambio de itinerario que estudia la Agrupación de Cofradías y que este año ya se dejó para después de Semana Santa después de que no hubiera acuerdo entre las hermandades. "Si se hace el cambio de recorrido, se podrían ubicar más sillas en otras zonas; si recortas las de calle Larios, puede haber más pasillo para evacuación, habría que reubicar algunas de ellas", ha declarado.

  • ¿Verías acertado multar a quienes coloquen sillas o mesas en la calle durante la Semana Santa?

Sobre la propuesta que ha tenido lugar en Sevilla, donde se vivió otra estampida en la madrugada del Viernes Santo, consistente en prohibir la venta de alcohol, considera que es algo inviable y recuerda que ya está prohibido el botellón. "Es una medida interesante pero poco operativa, no puedes prohibir a un negocio que venda alcohol. Además, no siempre las peleas se producen entre quienes han bebido", ha concluido.