El vocabulario malagueño se ha ido perfeccionando a lo largo del tiempo y cuenta con palabras que fuera de la provincia suenan a chino o, al menos, puede dar lugar a muchos equívocos divertidos. Los pitufos en Málaga no son azules ni tienen piernas, pedir un café puede ser un galimatías para un foráneo y muchos tienen que estar aliquindoi para que el terral no los deje guarníos. Aunque no hay que asustarse, el malagueño está siempre dispuesto a armar el pitote en cuanto se junta unos cuantos, que pueden oscilar en un número que va desde una pila de gente a una pechá.

Málaga tiene, como muchas zonas, su vocabulario. Conocerlo no sólo es un ejercicio de integrarse más en el ser malagueño, sino que rescata conceptos e historias de la ciudad de forma sencilla. Por qué a la taladradora se le conoce como 'guarrito', de dónde viene 'aliquindoi' o por qué las locas de Málaga son dulces. Hay pequeñas historias de la ciudad y la provincia que merece la pena conocer.

Y para abrir boca, si es la primera vez que llegas a Málaga, puede que te extrañe que alguien pida para desayunar "un pitufo y una nube" o que exclame que hace "pechá" de calor. Pero tranquilo, a continuación resumimos las palabras malagueñas más castizas para que puedas sentirte boquerón al 100%.Para esas amistades fuertes.

No se nos podía olvidar

Aquí no hay punto medio

Y esto ya es de locos

Actividad común en la Universidad

No hay mejor merienda

Que quede claro

Un estado natural

Un clásico de los sábados en el centro

Acostúmbrate

Uno al mes no hace daño

Para los que tienen la mano larga

No hablamos de ningún arma

La amiga de la novia de un amigo tuyo

¿Queda claro?

Para no perderte con el GPS...

Un clásico

Cuidado si se te nota la cara de dormido...

¡Ojo!

No te confundan con los críos...

Otro clásico

Un herramienta típica, típica

Lo que viene siendo una trampa, un trueque...

Aunque no es el único, hay hasta nueve tipos más

En caso de que no te rasques el bolsillo en pescaito frito...

El malagueño siempre reclamará tu atención

Cuidado...

El clásico juego de toda la vida

Esta ya te la sabías, ¿no?