La experiencia de los fiascos que ha tenido el Ayuntamiento con diversos proyectos fracasados como el del museo de las gemas y el del hotel de Moneo (aún pendiente) ha llevado a la oposición del Ayuntamiento de la capital a trazar una serie de medidas para tratar de impedir el naufragio del futuro proyecto para el Astoria Victoria, cuyo reciente concurso internacional de ideas ha ganado la propuesta del arquitecto José Seguí y el actor Antonio Banderas.

El grupo Málaga Ahora ha tomado la iniciativa para llevar al pleno de ayer la imposición de garantías y cautelas para que el proyecto que se ejecute en la manzana del Astoria Victoria no sea otro plan fallido.

Tras una viva discusión, y en unos puntos con el voto favorable de todos los grupos, incluidos el PP, y en otros con la mayoría de los grupos de la oposición, el pleno decidió que el concurso que sirva para seleccionar el proyecto que se ejecute en el Astoria deberá exigir «el cobro de un canon por la concesión del espacio por un importe que compense los 20,7 millones invertidos en la compra del edificio»; igualmente, el proyecto que se seleccione «aportará los avales suficientes» que garanticen la viabilidad del mismo.

El proyecto que salga adelante deberá también garantizar la protección de los yacimientos arqueológicos allí localizados. Por contra, el pleno rechazó la exigencia de que el equipo de gobierno se comprometa a no tramitar ninguna modificación del plan especial del Centro «para encajar un proyecto concreto».

Regalar sueños

En la discusión se evidenció el malestar del PP por las críticas de toda la oposición a como se ha tramitado el concurso de ideas, que ha sido tachado de «simulacro de concurso». El concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, calificó de «ingratos» a los miembros de la oposición con este argumento: «cuando un artista viene a regalarnos un sueño, una idea, parece que se ve con recelo y con envidia.¡Qué desagravio y qué maltrato a estas personas por ser inspiradores y querer a la ciudad! ».

La respuesta le vino de inmediato de manos del portavoz de IU Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, que le espetó que «aquí el único regalo es el que hace la ciudad regalando un suelo que ha costado más de 20 millones». Zorrilla fue muy duro con el alcalde respecto a toda la operación urbanística del Astoria, señalando que éste es un ejemplo «del urbanismo de monopoly que practica el alcalde que juega al monopoly con los suelos de la ciudad».

Ysabel Torralbo, de Málaga Ahora, que defendió la propuesta de imponer garantías al concurso para el Astoria, explicó que se trata de «que no haya excepciones a la normativa y que el proyecto que se seleccione se ajuste a la misma. Son medidas para mejorar la libre concurrencia». «Queremos que el concurso se lleve a cabo por solvencia y capacidad para hacerlo, pero para ello hay que aplicar la ley».

La portavoz del PSOE, Mari Carmen Moreno, abundó también en las declaraciones del alcalde tras fallarse el concurso de ideas que, a su juicio, «están haciendo un flaco favor» para un proyecto que «puede ser bueno para Málaga», dejando claro que el PSOE «no va a consentir ningún traje a medida» y abogando por que el proyecto final sea el que concentre el mayor consenso ciudadano.

Por su parte, el viceportavoz de Ciudadanos, Alejandro Carballo, tras recordar que, en su momento, ya criticaron la idea del concurso porque no era vinculante, añadió que «una vez hecho lo hecho y marcado el libro de ruta por el equipo de gobierno, creemos necesario que se marquen algunos controles, en especial el aval, que es un requisito indispensable en cualquier proyecto», y «más si cabe con uno de cierta envergadura».

Por último, Eduardo Zorrilla, tras acusar al alcalde de «jugar al monopoly con la ciudad, lo calificó de ser lo contrario que Robin Hood, «pues con el dinero de todos se lo regala a los privados. Es el nuevo sheriff de Nottingham de la ciudad».