Los sábados por la noche hay cena especial en Ny-Ålesund. Todos los habitantes somos requeridos a cambiar nuestras ropas habituales de trabajo, ropas térmicas, polares, botas, etc., por algo más elegante. Las mesas se cubren con manteles y se encienden velas, y está permitido que llevemos nuestra propia bebida (entiéndase por "propia" que se puede llevar alcohol). Durante la semana no está permitido consumir ningún tipo de alcohol en el comedor común. El menú es también algo fuera de lo corriente el sábado; por ejemplo, el pasado sábado tuvimos pato como plato principal, y tarta de frutos rojos de postre.

Otro acontecimiento semanal es el "bar". En una sala del edificio de servicios generales, en el que se encuentran el comedor, las cocinas, la lavandería o las oficinas de Kingsbay, se instala una pequeña barra de bar. El bar abre a las 9 y cierra a la 1.30. Música de lo más variopinta ameniza la charla de los asistentes, pero nadie se anima a bailar. En verano el bar se traslada a un cobertizo algo más alejado de las viviendas, donde la música se alarga algunas horas más. A fin de crear algo de ambiente nocturno, las ventanas están cubiertas con telas opacas, ya que en el exterior siempre brilla el Sol. Los precios de las bebidas son simbólicos, muy baratos incluso en comparación con lo que puedan costar en cualquier bar de Málaga. El servicio del bar es atendido por los propios habitantes de Ny-Ålesund; es "obligatorio" hacerlo para todos los residentes o científicos que pasen aquí más de seis semanas consecutivas. En el bar procuramos entablar conversación con el personal no científico, para así saber algo más de sus vidas y los motivos por los que trabajan aquí. Los contratos de los trabajadores de Kingsbay residentes durante todo el invierno no pueden exceder los dos años.

Igualmente es digno de mención algo que todos esperamos ansiosamente, como es la apertura de una pequeña tienda. Sólo abre dos horas a la semana, por lo que hay que estar atento; lunes y jueves de 5 a 6 de la tarde. Teniendo en cuenta que la cena es de 4.30 a 5.30, el riesgo de perderte la apertura de la tienda es grande (como nos ha pasado este lunes). Allí podemos comprar objetos de lo más variados, desde ropa o mapas a objetos de regalo, pasando por artículos de higiene y el apreciado vino o las cervezas para la cena del sábado. Entre la oferta de vino destacan varias marcas españolas, de Rioja, Ribera del Duero o Alvariño. Y, entre las marcas de cerveza no puedo dejar de mencionar una malagueña que "Donde va, triunfa". Le he regalado un paquete de seis cervezas malagueñas a nuestro amigos los buceadores, a ver si se aficionan a ellas. Svalbard es zona libre de impuestos, con precios para las bebidas muy por debajo del precio normal en Noruega. Por ello cualquiera de los científicos que quiera adquirir cerveza debe mostrar la tarjeta de embarque del avión que le llevó desde el continente a las islas. El vino no tiene este requisito. Extraño, pero es así.

Una curiosidad de Ny-Ålesund es que cuenta con la oficina de correos más septentrional del mundo, y posee su propio código postal (N-9173). Aún se conserva una casita que ejercía de estafeta de correos en la época de la minería. En la actualidad sólo abre los días de verano cuando llega algún barco de turistas. Hay líneas de crucero que dan el salto hasta Svalbard y a veces traen aquí a algunas decenas de personas que se pasean un rato por las calles y compran recuerdos. Nos miran con cara de extrañeza, como si fuéramos gente rara (que lo somos) o sus ídolos (no lo creo?).

Durante el bar hace algunos días un grupo de científicos concretamos una salida en moto de nieve con algunos de los trabajadores noruegos de la base. Nosotros no tenemos ese vehículo, pero ellos sí, y algunos son de dos pasajeros. Conchi y Eli participaron en una, según ellas, genial excursión por los alrededores, pasando de un valle a otro, y yendo a visitar un glaciar. Lo que más les gustó fue poder entrar dentro del glaciar a través de una abertura que se forma en el hielo y por donde descarga agua en los meses de verano cuando empieza el deshielo. En este momento está todo helado y se puede entrar en el interior del glaciar. Yo me moría de envidia, pero no había más motos de nieve libres, así que tengo que esperar a la próxima salida, si el tiempo lo permite. Ah, Eli, además, pilotó una de las motos de nieve, llevando como pasajera a una compañera alemana. Al parecer le felicitó por sus buenas maneras, a pesar de haber sido la primera vez en su vida que la ha conducido. Conchi tuvo otro tipo de suerte, viajó como pasajera en la moto de nieve de un fornido noruego, de algo así como 1,90 de estatura y unos 140 kilos de peso. Éste se empeñaba en demostrarle su pericia con estos vehículos, y creo que los gritos de Conchi espantaron a todo reno que se pudiera encontrar a varios kilómetros a la redonda. Pero no sufrió de viento ni frío ya que las anchas espaldas de su compañero de viaje la protegían completamente.

Termino por hoy. Nuestros experimentos están yendo muy bien; tenemos jornadas muy largas de laboratorio, de entre 12 y 16 horas, pero éste es el trabajo que nos gusta hacer, y en este lugar las horas se pasan, como se dice en Málaga, "sin sentir".

Otras entregas:

Primera entrega: "Al menos un miembro de cada grupo debe pasar un curso de tiro para autodefensa"

Segunda entrega: "Estamos en transición de la noche polar a la presencia permanente del Sol"

Tercera entrega: "La sensación térmica ha caído hasta los -46.5 grados. La ropa ya no aisla tanto"

Cuarta entrega: "¿Cómo se usa un pequeño ordenador portátil con guantes gruesos puestos?"