Repiten hasta la saciedad quienes se han convertido en octogenarios sin abandonar el litoral que el mar siempre recupera lo que es suyo. Pero en una provincia que ha ido ganando territorio a las playas conforme ha crecido en visitantes, la receta contra la naturaleza parece no entender de medidas duraderas. Basta con recopilar las millonarias inversiones que el mar se ha tragado, año tras año, durante las tres últimas décadas.

Los portavoces de los empresarios de playas de Torrox recuerdan, por ejemplo, que en el tramo más turístico del municipio, Ferrara, se han vertido al mar más de 20 millones de euros en regeneraciones. Uno de los restauradores explica de forma gráfica lo que sus compañeros suelen repetir «fuera de micrófono», acerca del negocio de los aportes de arena. «Aquí hacía falta apenas medio millón de euros para hacer el espigón que al fin de instaló el pasado año. Pero qué es más rentable en ese negocio, la solución a corto plazo o el parcheo durante un cuarto de siglo», se pregunta con ironía.

Más cifras. La partida reservada a la provincia durante los últimos años en los Presupuestos Generales del Estado, relativa a regeneraciones, se eleva a 1,1 millones de euros. Sin embargo, con un invierno tan extremadamente violento en el capítulo de temporales marítimos, Costas trabaja actualmente en siete municipios para intentar restaurar la gran cantidad de arena que el mar se volvió a tragar hace menos de diez días. A esos trabajos se les unirá los previstos en Torremolinos, donde las olas destrozaron buena parte de la emblemática playa de La Carihuela.

Con este balance de daños, más las aportaciones de control de regresión, la regeneración en el entorno de los Baños del Carmen o la ampliación del paseo marítimo de Poniente, también en la capital, lo planificado se queda muy por debajo de las necesidades reales. De esta forma, la inversión pública no será inferior a 3 millones de euros. El jefe de la Demarcación de Costas, Ángel González, reconoce como cada año a las puertas de una nueva campaña turística que la solución mágica a la evolución del litoral no existe. Los técnicos, de hecho, confirman que cada tramo puede comportarse de forma distinta en función de la intensidad de los vientos, la duración de los temporales, la violencia de las olas o la cantidad de material que aporten los ríos.

En defensa de estas teorías, el presente año es especialmente extraño en la provincia. La mayoría de las precipitaciones se han registrado en áreas costeras, mientras que el interior, incluidas cabeceras de ríos y embalses, se mantiene en una sequía casi extrema. Con este panorama, los cauces fluviales, los principales regeneradores de arena de las playas, no han desarrollado su labor natural.

González indica que frente a los temporales que se producen justo después de Semana Santa y a las puertas de la temporada estival «no queda más remedio que cumplir con el compromiso que existe con el sector turístico y los distintos municipios del litoral». En la lista de términos en los que se trabaja en estos días figuran Málaga capital, Torrox, Rincón de la Victoria, Fuengirola, Marbella, Estepona y Manilva.

El debate sobre estas actuaciones está sobre la mesa en más de una localidad. En Torremolinos, el sector empresarial ha demandado escolleras para evitar desastres del calibre del sufrido hace unos días. Pero el equipo de gobierno socialista remarca que, de manera oficial, no consta ninguna petición por parte del anterior equipo de gobierno. Los actuales dirigentes se han comprometido, al respecto, a analizar la petición y trasladarla, si fuese oportuna, a las autoridades competentes.

Peticiones de los municipios

Por lo pronto, el Ayuntamiento torremolinense ha intensificado en los últimos días las tareas para la limpieza de los paseos marítimos y el acondicionamiento de playas como La Carihuela, ya reseñada, el Bajondillo, Playamar o Los Álamos. La empresa pública Litosa ha establecido hasta cinco turnos de trabajo, con un dispositivo humano de hasta 30 personas, con la ayuda mecanizada de tractores y barredoras.

Marbella urge por su parte a la firma de un convenio para ejecutar nuevos espigones en sus playas. El alcalde, el socialista José Bernal, instó al Gobierno central a suscribir un convenio para lograr la estabilización definitiva de las playas. El Ejecutivo local está dispuesto a adelantar la inversión necesaria. En un primer análisis, después de una reunión con todos los grupos políticos municipales, el Consistorio apunta a la posibilidad de que las arcas locales adelanten el montante de 11 millones de euros que son necesarios para hacer posible los futuros espigones.

De ese montante, cuatro serán necesarios en San Pedro Alcántara y el resto, en el proyecto ya elaborado por Costas para estabilizar el tramo situado entre El Faro y El Ancón. La propuesta de Bernal casa con la iniciativa del PSOE que, en el ámbito de la provincia malagueña, ha planteado al Gobierno central la necesidad de impulsar un «plan que permita consolidar el litoral malagueño».

También reclama espigones semisumergidos Benalmádena. Así lo ha confirmado el secretario general del PSOE en el Congreso y de esta formación en Málaga, Miguel Ángel Heredia. Como en Torremolinos, los últimos temporales han propiciado que el agua se introdujese hasta el interior de determinados chiringuitos.

Costas, respecto a las regeneraciones ya en marcha, sí que se ha comprometido a tener las playas listas el 20 de junio. Siempre con el permiso del mar, sobre lo «suyo».