La asociación de vecinos Amigos entre Todos, de Cortijo de Maza, en Churriana, ha vuelto a denunciar lo que considera una clara irregularidad urbanística en la calle Canal, en la que varios propietarios ocupan un tramo de unos cuatro metros de ancho de suelo público -bajo el que pasa una conducción de Emasa- reconvertido en algunos casos en zona verde de las viviendas.

«Aquí falta voluntad política, ha habido por lo menos cuatro proyectos para adecuar la calle al PGOU, pero no se han llegado a hacer», lamenta Juan Antonio Quintana, de la asociación de vecinos.

Por su parte Ana María Naumann, la presidenta vecinal, recuerda que Izquierda Unida llegó a presentar una moción en 2011, aprobada por unanimidad por todos los grupos políticos, que instaba «al equipo de gobierno a continuar con el arreglo de calle Canal, conforme a lo dispuesto en el PGOU».

Sólo algunas viviendas de esta calle, una de las principales de Cortijo de Maza, mantienen la alineación, mientras buena parte de ellas han ocupado hasta cuatro metros de suelo público, recalca Juan Antonio Quintana.

Los propietarios han optado en estos casos por delimitar con vallas el tramo o bien integrarlos en su terreno con un muro. «Hay vecinos con 840 metros cuadrados de parcela pero que en el registro catastral aparecen con 1.110 metros», denuncia Quintana. Ana María Naumann, por su parte, destaca que en algún caso las zonas ocupadas tienen hasta arquetas de Emasa dentro.

Convenio con Emasa

En 2012, La Opinión ya se hizo eco de este problema y los vecinos con suelo público acotado esgrimieron entonces un convenio firmado por 11 propietarios de la calle Canal con el representante legal de Emasa el 18 de septiembre de 1989.

Este convenio informa de que un tramo de 670 metros del canal Bores-Romero, propiedad de Emasa, recorre la calle Canal. Los propietarios lindantes con el tramo estaban interesados en ornamentar y ajardinar la zona, además de ponerle bordillos y aceras, «sin perjuicio del pleno dominio que corresponde a Emasa y solo con el fin dicho de ornamentación y decoro de la zona».

Por este motivo, Emasa autorizaba a «limpiar, ornamentar, cerrar y acerar la zona propiedad de Emasa sin que ello signifique la cesión de derecho alguno de servidumbre o carga para Emasa».

También acordaba Emasa que en caso de precisar levantar el tramo completo, la empresa podría pactar las condiciones para reponer la zona ajardinada o acerada. Además, otro de los puntos señalaba que Emasa podría llevar a cabo reparaciones, «sin necesidad de previo aviso» y en caso de que los cerramientos resultaran dañados, el restablecimiento correría a cargo de la empresa.

Otro documento, aportado en 2012 por uno de los propietarios, estipulaba, por parte de la Gerencia de Urbanismo, la altura máxima de las vallas: 2,10 metros.

Respuesta del Ayuntamiento

La concejala de Churriana, María del Mar Martín Rojo, señaló ayer que de momento no hay ninguna novedad con respecto a esta calle, hasta que el Ayuntamiento no tome una decisión. «Ahora mismo hay diferencias de criterio entre Emasa y la Gerencia de Urbanismo», reconoció.

En 2012, el concejal de Urbanismo, Diego Maldonado, ya subrayó a este diario que a su juicio se trataba de una irregularidad urbanística que había que subsanar: «No es razonable que se esté ocupando suelo público para disfrute de unos pocos y no de todos», señaló entonces.

Sin embargo, los propietarios adujeron el convenio con Emasa, que el año que viene cumplirá 30 años. También en 2012, el entonces gerente de Emasa, José Luis Rodríguez, reconoció que la empresa municipal se había «retirado de la batalla» y la había pasado toda la documentación a la Gerencia de Urbanismo.

El programa electoral del PP de 2007 ya recogía un «plan especial de acerado, pavimentación y urbanización de la calle Canal». Tendrá que seguir esperando.