­A las 9 de la mañana de ayer sonaron tres toques de campana. Aunque algún que otro despistado pudiera, entre sueños, creer que aún estábamos en abril y que este Domingo fue de Ramos, nada más lejos de la realidad. Ayer tuvo lugar la primera carrera cofrade, cuyos beneficios se destinarán a la obra social de la Agrupación de Cofradías y a la Fundación Corinto. Coincidiendo con el fin de la Pascua, ayer el Centro de Málaga reunió, desde bien temprano, a músicos, cofrades y voluntarios que quisieron hacer realidad la consigna de esta carrera: el 7 de mayo se lía. Y se lió.

El pistoletazo de salida fue el sonido de una campana y la animación corrió a cargo de un coro de gospel. Aún así, el recorrido, que partió del Ayuntamiento de Málaga -donde también estaba la meta- era de 7 kilómetros llegando a barrios como el de la Victoria, el de Capuchinos o el de la Trinidad. El millar de participantes cambió las túnicas, los cirios, o las consignas de «un pasito a la derecha» por dorsales y pantalón corto. Lo que no varió fueron los litros de agua consumidos -pero esta vez sin botijo ni aguaores- ni tampoco se echaron en falta tambores o cornetas. Por no faltar no lo hizo ni La Legión, ya que un grupo de legionarios, ataviados de verde y con un banderín, corrieron en grupo mientras entonaban cánticos de instrucción.

Las bandas de Fusionadas -que interpretó Rocky- y la de la Lira de Pizarra pusieron la nota musical para que los despistados supieran que esta carrera era diferente. Lo fue tanto que la línea de meta se cruzó al repique de decenas de campanas que, en Semana Santa, hubieran llevado mayordomos campanilleros.

Los ganadores de la carrera fueron, en la categoría masculina, Mario García (21,58´´), Alejandro Jiménez (22,03´´) e Iván Sánchez (23,40´´). En la categoría femenina el podio lo completaron Belén Infantes (27,01´´), Beatriz Jiménez (28,11´´) y Victoria Bandera (28,25´´).

Pero el acto estaba organizado para todos los públicos. Además de la carrera se celebró una caminata a pie de tres kilómetros en la que la franja de público fue más variada. Niños, mayores y alguna que otra mascota. Esta comenzó a las 10.45 horas coincidiendo con la llegada a meta de los últimos participantes de la carrera.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, junto al presidente de la Diputación, Elías Bendodo; la concejala de Deportes, Elisa Pérez de Siles; y miembros de la Corporación asistieron a la salida y a la entrega de premios en la puerta del Ayuntamiento.

La inscripción suponía un donativo de 7 euros aunque la organización también había habilitado un «Dorsal cero» para quienes quieran quisieran realizar cualquier aportación económica. La recaudación será entregada en los próximos días a la Fundación Corinto, cuyo economato social atiende a cientos de familias.