Las obras municipales en el arroyo de los Pilones, en Pedregalejo, concluyeron en verano del año pasado e incluyeron un murete en una de las casas asomadas al arroyo. Este añadido trae por la calle de la amargura a Valentina Méndez y Cristina Expósito, madre e hija, que viven en esta vivienda.

«Lo hicieron para reforzar el muro de la casa, aunque el refuerzo está hueco», explica Cristina. El caso es que al tener el muro la parte superior inclinada, es aprovechado por niños de todas las edades para subir por él y, muchos de ellos trepan por las ventanas de la vivienda y meten en ellas todo tipo de basura, palos incluidos. «Nos han tirado de todo, una vez vi que chorreaba un líquido, fui a limpiar y encima de la ventana alguien se había subido para dejar un zumo», cuenta Valentina Méndez, que critica esta obra que sólo les ha dado disgustos.

«Muchas veces son los padres los que llevan de la mano a los niños por el muro», cuenta Cristina, su hija, que detalla que también ha visto a jóvenes de 15 años subidos y trepando por las ventanas.

Con este añadido municipal, también sufren los gatos de la casa, que tienen la costumbre de tomar el sol en una de las ventanas, «y pinchan a los animalitos», lamenta Valentina.

También preocupa la seguridad de la zona, pues a pesar de que se trata de una obra reciente, el Ayuntamiento se olvidó de prolongar una barandilla que comunica con el arroyo, con lo que los últimos peldaños de la escalera no cuentan con ella.«Aquí se ha caído gente, ¿tú te crees que e es forma de dejar esto?», critica Cristina.

Pero sobre todo, preocupa el socavón de tierra que se ha producido bajo el puente del arroyo de los Pilones, justo antes de la nueva zona hormigonada. «Tenemos que estar pendientes de los niños cuando juegan al fútbol, además de que tenemos que ser las encargadas de limpiar esto porque el Ayuntamiento no se pasa», critica Valentina Méndez, que se acerca al puente para señalar la hondonada de tierra formada por el agua.

De paso, pone en duda que el rebaje del cauce haya sido una medida tan efectiva para frenar las inundaciones cíclicas de la zona. «En la última tromba de agua el mar llegó hasta la mitad», señala.

Respuesta del Ayuntamiento

La Opinión se puso en contacto ayer con fuentes del Distrito Este, que confirmaron que, a cargo de los presupuestos del distrito, la altura del murete de la vivienda se va a subir. «Es nuestro compromiso para intentar evitar las molestias», indicaron. En todo caso, también señalaron que la proximidad de la escalera a la vivienda y a las ventanas hace que el problema tenga difícil solución.

Las mismas fuentes del distrito también confirmaron que, por parte de la Gerencia de Urbanismo se va a rellenar el socavón de tierra bajo el puente del arroyo. «Se forma por los remolinos de agua en esa parte, Urbanismo lo va a arreglar», indicaron.