­­La Consejería de Fomento y Vivienda ya ha concluido las obras de emergencia que ha tenido que llevar a cabo en las carreteras de la provincia que se vieron seriamente afectadas por la tromba de agua que cayó el pasado 4 de diciembre y que llegó a dejar en algunos puntos más de 200 litros por metro cuadrado en una hora. Para ello, la Junta ha invertido 6,7 millones de euros (presupuesto base de licitación), que se concentra en la red autonómica de carreteras en la provincia de Málaga, pero también en la de Cádiz.

Calles impracticables, carreteras cortadas por la acumulación de grandes balsas de agua, otras por desprendimientos que provocaron socavones, garajes y sótanos inundados, familias enteras desalojadas y rescatadas... Son las consecuencias de la gran tromba de agua que descargó durante aquella mañana en Málaga y que provocó también la trágica muerte de una mujer en Estepona, la única víctima mortal de una jornada de lluvia y caos que registró más de 800 incidencias atendidas por el dispositivo especial de emergencias, en el que participaron más de 300 personas entre voluntarios de Protección Civil, policías, bomberos y efectivos de la Guardia Civil.

La Junta ha acometido estas 15 actuaciones, que fueron declaradas de emergencia ante la urgencia y las necesidades de reparación existentes, con una inversión que se contempló en el Fondo de Contingencia del Presupuesto del Gobierno autonómico para 2016, «un fondo presupuestario diferenciado y destinado a atender necesidades imprevistas y sin cobertura en las cuentas autonómicas», informó la Agencia de Obra Pública.

La mayoría de estas obras han consistido en corregir los daños en taludes de carretera y drenajes, causados por las fuertes precipitaciones. También se han reparado deslizamientos, restitución y estabilización de muros de contención, así como labores de limpieza, con el objetivo de aumentar la seguridad en las carreteras y evitar daños en próximas lluvias.

La Junta ha informado de que en Málaga se han llevado a cabo un total de ocho actuaciones en 17 carreteras. En ellas, ha invertido 3,35 millones de euros. Están situadas fundamentalmente en el Valle del Guadalhorce y la zona oeste de la provincia. La mayor parte de las obras se ha destinado a reparar taludes en las carreteras donde la tromba de agua produjo erosiones, desprendimientos, inundaciones y cortes parciales de las calzadas por el barro acumulado.

Las fuertes lluvias registradas ocasionaron una importante acción erosiva que, unido a la tipología del terreno, generó un gran deterioro en los taludes de la carretera, provocando desprendimientos. A pesar de la existencia de cunetas, parte del material desprendido terminó por afectar a las calzadas, por lo que en los trabajos de reparación primero se ha tenido que sanear los taludes de los materiales inestables y ejecutar nuevos sistemas de contención que garanticen en un futuro la seguridad vial.

La estabilización de taludes se ha llevado a cabo en varias carreteras de la provincia como la A-397 de Ronda a San Pedro de Alcántara, donde se han reconstruido sendos terraplenes en los puntos kilométricos 41 y 45, en un tramo de fuerte intensidad de tráfico. En otra carretera de montaña, la A-369, que une la ciudad de Ronda con Gaucín, se han restituido varios muros de contención con micropilotes a la altura de Algatocín y se ha estabilizado la plataforma de la carretera afectada por los desprendimientos. En esta misma carretera paisajística se han colocado mallas de protección en once taludes, con un equipo especial de escaladores.

La corrección de daños en taludes ha beneficiado también a otras carreteras como la A-355 de Cártama a Marbella, la A-374 de Algodonales a Ronda y la A-7175 de Benahavís a la autovía A-7 de la costa.

Concretamente en la carretera A-343 de Antequera a Zalea se ha llevado a cabo una actuación de corrección de daños en taludes y drenajes. Las lluvias ocasionaron cortes parciales en la carretera debido al barro acumulado. En esta zona entre el Valle de Abdalajís y Álora se ha procedido a la limpieza de las cunetas y las obras de fábrica, el saneo de materiales inestables en los taludes y la formación de nuevos terraplenes en los puntos que lo han requerido. También se han llevado a cabo medidas de saneo del firme afectado y reposición de las capas de rodadura.

En el valle del Guadalhorce, se han llevado a cabo actuaciones de corrección de daños en taludes de las carreteras A-355, A-387, A-357, A-366, A-7052, A-7054, A-7057, A-7077 y A-7078 en los términos municipales de Álora, Coín, Alozaina, Cártama, Monda, Málaga, Ojén, Pizarra y Alhaurín el Grande. Las lluvias provocaron desprendimientos e inundaciones en la calzada. «En muchos de estos puntos, y tras las labores de limpieza y saneo, se han construido muros de escollera para la estabilización de los taludes», añade la Agencia de Obra Pública.

Una de las actuaciones de más envergadura se ha realizado en la travesía de Cártama Estación, donde se ha ampliado la capacidad de drenaje de la carretera mediante un paso inferior que ha servido también para conectar ambos márgenes de la vía. La gran concentración de agua y los arrastres con las riadas ocasionaron grietas y la obstrucción de la obra de drenaje existente en la A-7054, provocando inundaciones en las barriadas contiguas. Con el objetivo de evitar daños en caso de que se repitan precipitaciones con la misma intensidad, la Junta ha demolido la obra de drenaje cuyas medidas aproximadas eran de 1,80 metros de ancho por 2,5 metros de altura y ha construido una obra de drenaje con mayor capacidad de seis por tres metros, «que además de mejorar el drenaje de la travesía permite el paso de personas y vehículos para dotar de mayor permeabilidad y conectividad a las dos zonas de la población separadas por la carretera A-7054», según el Gobierno andaluz.

También ha supuesto una actuación singular en el Guadalhorce la llevada a cabo en la carretera A-387 en las inmediaciones de Mijas, donde se ha reconstruido un terraplén, situado en el punto kilométrico 11,6, mediante un muro de escollera. Esta actuación se ha llevado a cabo con el objetivo de estabilizar un deslizamiento que se producía a media ladera. También se ha llevado a cabo el asfaltado de la carretera en algunos tramos más deteriorados. Además se han acometido labores de limpieza y ejecución de cunetas afectadas por las lluvias.

Más en el interior, en la carretera A-354 que discurre por los términos municipales de Alozaina, Casarabonela y Pizarra, se han producido deslizamientos y arrastres de material en cunetas y sobre las vías, colapsando las obras de drenaje. La solución ha pasado por la corrección de los deslizamientos y la mejora del drenaje.

Y en la A-357 de Campillos a Málaga, en el término municipal de Casarabonela, se produjeron deformaciones en el firme y la rotura de obras de drenaje. En un tramo de 100 metros especialmente afectado, se ha tenido que reparar la obra de drenaje transversal existente y realizar inyecciones de lechada de cemento de hasta 5 metros de profundidad, para consolidar el terraplén, manteniendo siempre al menos un carril abierto al tráfico durante las obras.

Las actuaciones para Málaga se completan con la restitución de drenajes y construcción de nuevos taludes en la zona oeste de la provincia, en las carreteras A-377, A-397, A-405, A-7175 y A-7176, en el valle del Genal, la Sierra de las Nieves y la Costa del Sol Occidental. En estas carreteras se han llevado a cabo las medidas previstas, que incluyen la formación de nuevos taludes y la restitución de las obras de drenajes. En concreto, en la A-405 en el punto kilométrico 12 de la salida de Gaucín hacia el campo de Gibraltar, se ha efectuado una importante labor de saneo y relleno con escollera en un tramo de grandes deformaciones que afectaban a la seguridad vial de la carretera.