El sector servicios continúa ejerciendo de baluarte del empleo de los jóvenes en la provincia de Málaga, reuniendo el 83% de la afiliación y el 82% de los contratos, según los datos que maneja el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en su último estudio sobre el mercado de trabajo entre las personas menores de 30 años, en este caso con datos correspondientes al año 2015. La hostelería y el comercio son las actividades líderes en tanto que el verano y la campaña de Navidad son las épocas de mayor contratación.

A lo largo del citado ejercicio se firmaron en la provincia un total de 222.700 contratos, un 11,8% más que el año anterior, mientras que el número de afiliados a la Seguridad Social registrado a cierre de ejercicio (78.975) mostró un ligero descenso del 0,9% sobre las cifras de 2014. Así, la reactivación económica de los últimos ejercicios está permitiendo que el colectivo de jóvenes firme cada año un mayor número de contratos aunque, debido a la enorme precariedad del mercado laboral, el volumen total de empleo juvenil parecer estancarse.

Los puestos para los que se realizaron más contratos a lo largo de 2015 fueron los de camarero (43.114), dependientes en tiendas (20.851), personal de limpieza en hoteles y oficinas (7.751) o monitores de actividades recreativas (6.472). Otro apartado importante para el empleo juvenil fueron las campañas agrícolas: se firmaron 14.930 contratos de peones del campo.

Por sectores, el estudio revelaba que el segmento más castigado por la crisis era la construcción: de realizar casi 75.000 contratos anuales a jóvenes en Málaga en la época del boom se pasó a 9.600 en 2015. No obstante, el segmento constructor vive ya momentos de reactivación, por lo que los datos de 2016 y de este 2017 deben ser necesariamente mejores.

Los datos de 2015 del informe del SEPE revelan que el nuevo aumento de las contrataciones no estuvo acompañado de un avance en la afiliación, lo que indica que el empleo generado fue en su inmensa mayoría temporal y de corte estacional, ligado sobre todo al turismo. En este contexto, hay muchos jóvenes que encadenan un contrato temporal tras otro, ya sea cubriendo un mismo puesto de trabajo o rotando de forma constante por diferentes empleos. De hecho, el 95,2% de los contratos hechos a jóvenes en 2015 fueron temporales frente a sólo un 4,7% de indefinidos. También hay un creciente recurso a la jornada parcial por parte de las empresas: este tipo de contratos representó el 48% del total de los que se firmaron el pasado año.