¿Por qué votar a Patxi López? Esta pregunta podría tener una fácil respuesta. Pregunten en su entorno; consulten a sus amistades, a sus compañeros y compañeras de trabajo: ¿quién crees que es el mejor candidato? Comprobarán como en un altísimo porcentaje les contestan que sin duda es Patxi.

Ya, ya se que esta afirmación no es muy científica y sí algo ventajista; además de que no son los entornos los llamados al voto, sino los militantes. Pero no está mal que hagan la prueba.

Es una evidencia que el PSOE debe recuperar la credibilidad y confianza de la ciudadanía, porque incluso en aquellos territorios en los que aun ganamos, la perdida de apoyos es, cuando menos preocupante.

El PSOE está hoy en una encrucijada. Por un lado, un partido pujante electoralmente a nuestra izquierda; por otro, la necesidad de proyectar la imagen de partido con vocación de gobierno, como siempre hemos sido.

Por ello, tenemos que renovar nuestra propuesta para la sociedad española, desde una izquierda nítida y transformadora; debemos formular un proyecto socialista abierto pero exigente, moderno pero sin ambigüedades, responsable pero audaz.

No se trata de decir a los ciudadanos aquello que ellos quieren oir; eso ya lo hacen otros mejor que nosotros. Tampoco decir que vamos a ganar, porque queremos o sabemos ganar. Tenemos que volver a ser el partido que mejor represente los intereses de la mayoría de los españoles, ofreciéndoles un proyecto político basado en la justicia social y en el rigor que siempre caracterizó a los socialistas.

Pero para volver a merecer la confianza de la ciudadanía, no bastará con tener unas propuestas políticas claras y unos comportamientos coherentes. Debemos modernizar el partido y abordar nuevas formas democráticas que lo hagan más vivo, ágil, fuerte y conectado con la sociedad; un partido en definitiva más democrático, más transparente y más participativo, en el que la ética socialista, aquello que siempre había sido la seña de identidad de todos los hombres y mujeres socialistas, siga siendo la guía de todos nuestros comportamientos privados y públicos.

Y sí, necesitamos un PSOE unido. Pero unidad no es sinónimo de adhesión o sumisión. La unidad se obtiene del trabajo en común, del conocimiento y la aceptación de las diferencias, del ejercicio libre de la crítica leal y constructiva. Se obtiene construyendo entre todos, un proyecto conjunto y conjuntamente elaborado.

La lógica nos dice que la solución no puede ser elegir entre quienes han protagonizado un cruento enfrentamiento en el PSOE. De ahí saldría la victoria, pero no la necesaria unidad.

Creo que Patxi López es quien mejor encarna los valores de Partido Socialista y quien, con su talante y trabajo, puede hacer que el PSOE recupere la confianza de los ciudadanos. Es el momento; es el tiempo de pensar en ese proyecto colectivo que se llama PSOE y no en los proyectos personales de quienes lo integramos.

Por eso la pregunta correcta es ¿cómo no vamos a votar a Patxi?

*Jose Aguilar es miltante base del PSOE de Málaga