El Parador de Golf de Torremolinos es uno de estos lugares de la provincia que invitan a todo menos a trabajar. Cuando el sol ya está plegando, Elías Bendodo contempla el horizonte y dibuja en la intimidad cómo sería esa Málaga reconvertida en el tercer polo de crecimiento de España por detrás de Madrid y Barcelona. «Es un sueño que está a nuestro alcance» sostiene después de un largo día sostenido por una agenda embravecida. Acaba de salir de una reunión con empresarios del sector turístico, agroalimentario y tecnológico: «Más de tres horas hemos estado hasta que hablara el último». La democracia también era esto y él procura escuchar a todo el mundo. Camisa blanca, despojado ya de la chaqueta y Coca Cola Zero. Así atiende a La Opinión antes de ser reelegido la semana que viene como presidente del PP de Málaga.
Está a las puertas de su tercer mandato. ¿Qué ha cambiado de aquel PP del que se hizo cargo en 2008 y del PP en 2017?
Es un partido más abierto, que ha ampliado su base social. Ahora tenemos más responsabilidad de gobierno que antes. En estos años, también he notado que tenemos más apoyo de los ciudadanos que antes.
División en el PSOE, fragmentación en los congresos provinciales de su partido en Sevilla o Granada. Lucha por el poder en Podemos. ¿Qué valor le da a la unidad?
No hay liderazgo fuerte que no se base en la unidad. Si quieres liderar un proyecto consistente, de futuro para tu organización, para tu territorio, tienes que basarlo en la unidad. Todo liderazgo que no esté basado en la unidad, está abocado al fracaso. En el PP de Málaga hemos trabajado mucho en el tema de la unidad.
Usted concurre con el 98% de los votos a su reelección. ¿Se precisa de cierta mano de hierro para llegar en este contexto?
Yo creo que es mucho hablar y mucho oír. Al final, se trata de ser gente normal. De intentar ponerte en el lugar del otro, escuchar, ser humilde e intentar solucionar los problemas a los demás. La unidad en este partido viene fundamentada en que se ha hecho un buen trabajo por parte de todo el equipo.
Parece que todo fluye en el PP de Málaga. ¿Ha notado alguna vez el viento en contra?
No, la verdad es que no. El PP de Málaga es una piña, no en torno a mí, sino en torno a la ilusión de liderar a la provincia.
Usted llegó en 2008 con un equipo Ahora muchos ocupan cargos institucionales. ¿No percibe debilidad en el partido al volcarse durante los últimos años a los puestos institucionales?
Sí, y eso hay que corregirlo. Tenemos que reforzar la actividad del partido para que siga siendo el favorito de los malagueños y de alguna manera yo creo que hay que sumar por abajo. Es decir, sumar por adición. Vamos a incorporar a gente nueva.
¿Quiénes serán esos nombres nuevos?
No tengo nombres todavía, pero hay que hacerlo para que se oxigene el día a día del partido.
¿El futuro de Torremolinos pasa por Pedro Fernández Montes?
El futuro en Torremolinos tenemos que construirlo entre todos y tiene que liderarlo Margarita del Cid. Para ello, hay que contar con los que estaban antes y con los que lleguen, incluido Pedro.
Matrimonio entre personas del mismo sexo, la puesta en marcha de la Oficina de Intermediación Hipotecaria, la oposición a la reforma de la ley del aborto, etc. ¿El PP de Málaga va por delante de su propio partido?
Es verdad que el PP de Málaga ha sido vanguardia ideológica y aquí quiero reconocer el papel de personas como Celia Villalobos o Paco de la Torre que han abierto debates importantes a nivel nacional que han hecho que Málaga lidere muchos debates sociales. Por tanto quiero reconocérsele a los dos. En cualquier caso estar en la vanguardia es muy importante.
¿Cree que en Marbella el PSOE va a agotar la legislatura?
Debería preguntarle al PSOE, no a mí. Creo que Marbella sufre un parón de imagen y como ciudad. Un gobierno que aprueba unos presupuestos en el mes de mayo y que gobiernan cuatro partidos es imposible. Se ha demostrado. En Torremolinos no hay presupuesto todavía, gobiernan cuatro partidos. Al final torcer la voluntad de la gente no sale bien.
¿Ve potencial para un cambio de gobierno liderado por el PP en Marbella?
Sí, yo creo que Marbella todavía tiene una oportunidad estos dos años de recuperar el tiempo perdido.
¿Dónde caerá la próxima moción de censura?
Yo estoy ahora centrado en el congreso provincial y ahora no estamos en mociones de censura.
Habla de Francisco de la Torre como de su padre político. ¿Le está dando más quebraderos de cabeza de lo que pensaba?
Un padre nada más que da alegrías.
Ha descartado repetir como presidente de la Diputación. Si su futuro no pasara por el Ayuntamiento, ¿dónde se ve?
Yo no me planteo metas. Me planteo objetivos. Mi objetivo ahora es el congreso provincial. Pasará ese objetivo, llegaremos al siguiente. Y así voy funcionando.
Usted fue el único al que felicitó Fernando Martínez-Maíllo por su reelección como presidente.
Es un buen amigo y el nivel de apoyo que obtuve fue de los más importantes de España.
¿Ve su futuro político en Madrid?
No, lo veo en Málaga. Estoy muy bien en Málaga. Trabajar y vivir en aquí es un privilegio y yo me siento privilegiado.
¿Qué valor le da a la lealtad?
Es muy importante en la política y en lo personal, porque si no, no puedes avanzar ni construir proyectos.
Carlos Conde, Jacobo Florido, Margarita del Cid solo por nombrar a algunos. ¿Le gustaría que la gente que está con usted ahora le acompañara en su siguiente etapa política?
Sin ninguna duda. Y seguirán.
¿Quién va a ser el nuevo presidente de NN.GG en Málaga?
Que lo decida NN.GG. No me voy a meter ahí. Seré absolutamente respetuoso y trabajaré codo con codo.
¿El mejor garante del legado de Francisco de la Torre sería Elías Bendodo?
El mejor garante del legado de Francisco de la Torre sería un alcalde del PP, sin ninguna duda.
¿Díaz o Sánchez?
Juanma Moreno. Tampoco me voy a meter. Pero sí es necesario que el PSOE recupere su mensaje. Conforme más desunido esté el PSOE más crece el populismo. Eso no es bueno. Creo que el sistema del bipartidismo ha funcionado en España en los últimos años.
¿Por qué se ha metido ahora en el tema del metro?
Como partido siempre hemos opinado y yo en el asunto del metro he estado de la mano con el alcalde. O el metro va soterrado o no va.
