Las empresas de alquiler de vehículos de Andalucía, agrupadas a través de Aesva, manifestaron ayer su descontento hacia el nuevo modelo de organización del tráfico implantado por Aena en el aeropuerto. Un sistema, inaugurado tras algo más de tres meses de obras, que, según el colectivo, priva a los rent a car del uso de su antigua zona de aparcamiento, que era utilizada por la mayoría de las empresas, ya fuera para entregar los coches a sus clientes o para trasladarlos en autobús a sus oficinas.

En conversación con este periódico, Ana María García, responsable de Aesva, se quejó de que Aena no haya previsto una alternativa para los vehículos, que, desde el arranque de las obras, y ya de manera permanente, se ven obligados a realizar sus maniobras de espera y recogida en el parking habilitado por el aeropuerto, donde comparten espacio con el resto de usuarios, incluidos los viajeros.

De acuerdo con Ana María García, esta situación beneficia a las grandes corporaciones del sector, que son las que cuentan con instalaciones y espacio propio en las terminales Pablo Ruiz Picasso. Los rent a car, que hasta ahora se ubicaban en un área parecida a la que siguen ocupando los taxis, temen que los cambios pasen factura al servicio que prestan a los turistas, que reservan los vehículos generalmente desde sus países de origen y demandan su recogida justo después del aterrizaje.

Los cambios efectuados en el aeropuerto se fundamentan, según Aena, en la necesidad de dar mayor fluidez a la circulación. La reestructuración, inspirada en la llevada a cabo en Alicante o Bilbao, supone en gran medida reorientar el tráfico hacia el parking, que pasa a contar con cinco carriles de entrada y siete de salida. Fuentes del aeropuerto insisten en que lo que se denomina como estacionamiento exprés, la carga y descarga rápida de viajeros, cuenta en el nuevo modelo con el mismo número de plazas, alrededor de 300, si bien en distinta ubicación, ya que el área que se ocupaba anteriormente pasa a estar despejada trasladándose la función al interior del párking, con hasta quince minutos de utilización gratuita para las maniobras. Un tiempo que Aesva considera «insuficiente», especialmente por la coincidencia de vehículos profesionales -los de los rent a car- y particulares.

El modelo se estrenó ayer con tráfico denso a primera hora de la mañana, una dificultad que la empresa achaca a los ajustes iniciales y que no duda que se irá corrigiendo con el paso del tiempo. La pasada Semana Santa, de gran afluencia turística, los accesos a la terminal funcionaron ya en el mismo sentido, aunque con sólo uno de los cinco carriles operativos.

Aesva considera, en cualquier caso, que la pérdida de la antigua zona utilizada para la recogida de clientes -que el aeropuerto ha querido dejar liberada por razones de seguridad- acarrea un trato discriminatorio respecto a otros servicios de transporte que operan en el aeropuerto. Además, se muestran preocupados por la incidencia que pueda tener el nuevo modelo en la economía del sector, que depende en gran medida de la relación con los turistas que aterrizan en la T3.