Los técnicos de la empresa Athisa encargados de llevar a cabo las inspecciones periódicas en el paraje natural de la desembocadura del Guadalhorce informan que tras las visitas realizadas los días 15, 17 y 18 de mayo, la presencia de mosquitos adultos se ha reducido, aunque advierten de que sigue siendo alta en toda la zona, a pesar de las labores de fumigación realizadas y las trampas colocadas.

La buena noticia es que una vez revisados todos los puntos, no han encontrado larvas en ninguna de las lagunas, según precisa el informe elaborado por los técnicos. "A pesar de la tormenta del día 12 de mayo, el nivel de las lagunas no ha subido. Pensamos que el temporal metió tanta agua en las lagunas que hizo que eclosionaran todos los huevos y a los mosquitos adultos nacidos hace diez días aún no tuvieron tiempo para poner huevos, ya que la tromba fue lo bastante fuerte como para arrastrar huevos al agua a pesar de no subir el nivel", indica.

En estos tres días de visitas, los técnicos han empleado 20 horas de trabajo en el paraje, aplicando insecticida pulverizado en zonas de vegetación con carro-cuba y otros tratamientos, como larvicidas (a pesar de no encontrar larvas), para combatir esta plaga que tantas molestias, en forma de dolorosas picaduras, están provocando en los vecinos de las barriadas de Guadalmar, San Julián, Parque Litoral o Sacaba Beach.

Los operarios que trabajan en la vigilancia y control de mosquitos en el entorno del Guadalhorce llevaron a cabo esta pasada semana la aplicación de larvicidas en las islas interiores de las lagunas del paraje natural. Esta medida ha sido posible gracias al empleo de una pequeña embarcación y ha contado con la autorización de la Dirección del Paraje Natural del Guadalhorce, a petición del área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento, tras la intensificación de este trabajo iniciada este mes.

El acceso a los islotes ha permitido aplicar larvicidas en zonas en las que hasta ahora no se había podido utilizar, lo que es especialmente importante para controlar la evolución de la población de mosquitos adultos en las próximas semanas.