En realidad, todo comenzó con una llamada de teléfono el verano pasado. Juan Manuel García Bautista (Sevilla, 1972), periodista de El Correo de Andalucía y Canal Sur Radio, recibió la nerviosa llamada de un vecino de Bollullos Par del Condado (Huelva), que le explicó que en esos momentos estaba viendo un ovni. «Me tuvo una hora al teléfono, entonces me dio por buscar la posición de la Estación Espacial Internacional, en ese momento, y resulta que eso es lo que estaba viendo. Pero me dio por pulsar cómo estaban las cosas en el pueblo y estaba revolucionado».

Esta anécdota le animó a escribir sobre casos totalmente opuestos: los más llamativos acerca de objetos volantes no identificados (no entraría, pues, el caso de Bollullos). El resultado es el libro Ovnis en Andalucía (Editorial Almuzara, 19,95 euros), que recopila un centenar de sucesos con ovnis, muchos de ellos en la provincia de Málaga.

El autor, que tiene en su haber 42 libros, muchos de ellos de Historia y de enigmas, confiesa que, en la actualidad, el fenómeno ovni ha pasado a ser secundario: «Ahora llaman más la atención las casas encantadas», explica. «Pero eso no significa que hayan desaparecido», añade.

Evoluciones en el cielo

El propio Juan Manuel cuenta que vio un ovni, pero precisa: «Es un sí convencido, he visto en el cielo algo que no sabía lo que era, pero de ahí a que sea una nave tripulada por extraterrestres va un abismo. Sí he visto luces haciendo evoluciones en el cielo, pero siempre hay que ser muy cautos y mantener la cordura».

A este respecto, explica que la proliferación de programas de misterio lleva a algunos supuestos testigos, «a inventarse lo que no existe, por eso hay que poner filtros siempre, ya que nos jugamos el prestigio».

Esos filtros son los que ha aplicado en el libro para recoger un centenar de avistamientos y fenómenos registrados en Andalucía desde 1935 a 2012. Y para ello, ha empleado entre otras fuentes, documentación, hemeroteca y entrevistas personales. Por cierto que entre los testimonios hay los de guardias civiles, agentes de la antigua ICONA, militares... «son testigos cualificados», apunta.

En cuanto a las fotos de la provincia de Málaga que aparecen en este reportaje, explica que se las ha proporcionado Metacuscus, un activo informante de las redes sociales.

Del libro en cuestión, «alrededor de un 15 por ciento de los casos tuvieron lugar en la provincia de Málaga», informa. El primer avistamiento en Andalucía, el de 1935, es incluso anterior a la moderna ufología, que nació el 21 de junio de 1947, cuando un piloto comercial norteamericano se topó con nueve objetos luminosos de apariencia metálica y forma de disco. «Parecían dos platillos unidos por su parte cóncava», dijo el piloto. Ahí nacieron los «platillos volantes».

El avistamiento del 35 se registro en la finca Haza Ancha de Aznalcóllar, Sevilla. «Se vio una luz en el cielo que se quedó como suspendida y del interior, el testigo, el señor Mora, cuenta que vio salir unas formas humanoides». En España ya hubo casos muy anteriores como el de 1826 en Campo de Criptana -el primer caso conocido- y el de 1851en Villaviciosa de Odón.

Con respecto a la provincia de Málaga, este nieto de malagueña cuenta que uno de los incidentes más llamativos fue registrado en 1950 en el Campamento de Montejaque una tarde a las 3, cuando un médico otorrino del campamento y un alférez, camino del almuerzo, «vieron una esfera metálica sin ventanas, sin hacer ningún movimiento, inerte. Ellos, rápidamente, fueron a investigar cuando aquello se movió 30 veces más rápido que un avión, mientras trazaba maniobras en ángulos de 90 grados».

El escritor señala que tanto en la zona de Ronda como en la Costa se han recogido muchos avistamientos, pero es especialmente significativa el área de Bobadilla, Antequera y El Torcal. «Son los sitios en los que más y mejor se ha recogido información de avistamientos. La de Antequera es la zona donde se han observado más maniobras imposibles, trayectorias de ángulos cerrados y luces», detalla.

Y resulta llamativa otra cuestión: en ocasiones, los ovnis aparecen cerca de catástrofes como incendios, pero también antes de que se produzcan; así ocurrió en el 98 poco antes del desastre de la presa de Bolidén en la provincia de Sevilla.El humanoide de Fuengirola

A José Manuel García Bautista, uno de los casos que más le atraen del libro es el del llamado humanoide de Fuengirola.

Ocurrió la noche del 9 al 10 de julio de 1970. Unos amigos fueron a un chalé en Fuengirola y por el camino bromearon sobre platillos volantes. Sobre las 5 de la mañana, uno de ellos, Manuel Linares, empezó a escuchar ruidos extraños «y como un silbido y una respiración». Entonces, junto a un árbol vio «unos ojos marcados en la oscuridad». Los muchachos salieron corriendo detrás pero ya había desaparecido. «Cuando volvieron a la habitación sintieron golpes en el tabique y a un ser extraño dentro de la casa».

Dos años antes se produjo, «la famosa oleada del 68» en Málaga capital, cuando se vieron «diferentes objetos volantes no identificados».

Respuestas

¿Qué explicación dar a estos avistamientos y supuestas visitas? Para José Manuel García Bautista, «lo último que tenemos que sopesar es que se trata de un fenómeno extraterrestre»; por eso recalca que cuando llega la confirmación de uno de estos avistamientos, «debes pensar en darle una explicación racional y descartar todas las opciones que puedan explicar que se trata de algo extraterrestre porque va en detrimento de la persona».

«Lo que no podemos hacer es que te informen de que se ha visto una luz en Torre del Mar y digamos de inmediato que es un ovni, pues puede ser un experimento, un avión, la estación espacial internacional...», añade.

Sin embargo, el autor también señala que si bien unos casos tienen explicación, «otros no». Por eso mismo destaca: «Soy de la opinión de que vivimos en un planeta relativamente joven y que hay sistemas más viejos que el nuestro, miles de millones, así que no sería descabellado pensar que en algún punto debe haber, no uno sino miles de planetas habitados y con un grado de evolución mayor al nuestro».

Por eso lanza la pregunta: «¿Por qué no podemos encontrarnos con algunos que hayan desarrollado una tecnología para visitarnos?». Pero también plantea otra: «Si vienen de miles de millones de años luz, ¿por qué en lugar de aparecer en la Casa Blanca y convencer a todos, lo hacen delante de un labriego que planta tomates?». Es una pregunta sin respuesta. En todo caso, subraya: «Creo que no estamos solos en el universo, así que, ¿por qué algunos de esos avistamientos no se pueden corresponder con seres de otro planeta?».