En son de paz se cerró el congreso provincial del PP. Con unos porcentajes que dejan poco margen a agitaciones y que sirvieron para ratificar a Elías Bendodo como nuevo presidente del PP de Málaga para los próximos cuatro años. Reclamó unidad y los 1.150 compromisarios en los que se delegó el voto de los 35.000 afiliados que presume contar el partido en la provincia no defraudaron. Al final, de los 933 votos emitidos, 925 fueron a favor, 6 en blanco y 2 fueron declarados como nulos. Con ningún voto en contra, los cálculos le dieron un abrumador apoyo del 99,5% de los votos. Una confianza, aseguró Bendodo, que asume con responsabilidad y ansias por seguir trabajando para llevar a su partido a cuotas aún mayores en la provincia, y desconocidas a nivel regional, donde los populares malagueños se cargaron con la presión de convertirse en pieza fundamental para llevar a su presidente andaluz, Juanma Moreno, a la presidencia de la Junta de Andalucía en 2019.

Fue, al contrario que durante la primera jornada, una mañana para establecer las nuevas metas del futuro y echar a rodar un nuevo comité ejecutivo que cuenta con algunas caras nuevas y cambios en el organigrama con respecto al vigente hasta ahora. Hubo sitio para las emociones en un Palacio de Ferias convertido, por segunda día consecutivo, con todos los aderezos para la ocasión, en la nave de control del partido en la provincia. Acompañaron a Bendodo, además del mencionado Moreno, que arribó directamente desde Granada, el portavoz de los populares en el Congreso, Rafael Hernando. Sonó Fight Song de Raquel Platton para dar respiro al machacado hilo musical de Maldita Nerea. Son los actos del PP, desde luego, una luz en la oscuridad para la carrera de un grupo que marcha montaña abajo. Poco a poco empezó a llorar y las lágrimas de Margarita del Cid sirvieron a la perfección para representar el cambio de guión en el inicio de una nueva etapa.

Más tarde, en la presentación de su nuevo equipo, Bendodo iba a repetir lo que ya se había anunciado con anterioridad. El relevo de Del Cid por Patricia Navarro, la futura secretaria general del partido. No escatimó en entusiasmo para recordar a quien había sido hasta ahora su principal compañera de viaje, pero su consignación a recuperar el Ayuntamiento de Torremolinos no puede camuflar su retroceso orgánico. El mismo que firmó Mario Cortés, desapareciendo directamente del núcleo duro y cediendo su lugar al delegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, el nuevo vicesecretario de Málaga Capital. Ruth Sarabia y Natacha Rivas completaron las nuevas caras del comité ejecutivo como vicesecretaria de acción social y de política municipal, respectivamente. Llamó la atención, sobre todo, el nombramiento de Rivas. Hasta 2014 enrolada en el Partido Andalucista, se ha labrado su ascenso desde su posición como cargo de confianza en la Diputación, después de haber sido alcaldesa de Algarrobo. Manuel Marmolejo, senador del PP y persona de máxima confianza de Bendodo, se hará cargo de la vicesecretaría de organización, hasta ahora en manos de José Ramón Carmona, que desempeñará las labores de portavoz. El nuevo organigrama suma una vicepresidencia. A la que ya ocupaba Francisco Salado, se le suma ahora, precisamente, Del Cid para estar en tónica con la filosofía propagada por el propio Bendodo. La de sumar por adición. Joaquín Ramírez seguirá como presidente de honor. Mención aparte para Carlos Conde. Único que repite de la ejecutiva saliente y que desempeñará el cargo de vicesecretario de Política Económica.

A estos nombres, cabe sumar la incorporación de representantes de la llamada sociedad civil: Nena García Paine, Joaquín Pérez y Francisco Javier Boxó. «No hay nada imposible, y menos con personas como las que forman el PP de Málaga. Me siento muy orgulloso de ser vuestro presidente y quiero seguir aprendiendo de vosotros, quiero seguir construyendo con vosotros un futuro mejor para los malagueños», señaló Bendodo.

Por su parte, Moreno, en apenas diez minutos de intervención, quiso confirmar las diferencias que separan a los gobiernos del PP de los gobiernos socialistas: «Mirad como estaba Málaga en 1995 y mirad como está en 2017». Tampoco ahorró en parabienes para el propio Bendodo, del que destacó que «es una de las personas más inteligentes que conoce» y alabó su «capacidad de gestión». En aras de la futura caza del voto, advirtió que el PP es la única fuerza capaz de garantizar el desarrollo de Málaga. Con el PSOE en lucha, Podemos descartado, directamente, la dispersión de golpes tampoco obvió a Ciudadanos y se censuró el «veletismo» de la formación naranja. Para Moreno, así concluyó, se dan ya las conclusiones necesarias para que pueda hacerse con la Junta. Para ello, el PP de Málaga tendrá que llegar a lo más alto de su capacidad.