El Clúster Marítimo-Marino de Andalucía conmemoró ayer en Málaga el Día Marítimo Europeo, una efeméride que sirvió para desgranar las claves y la importancia de la denominada economía azul. Así, se reclamó la necesidad de «volver la mirada al mar», potenciar las comunidades portuarias, la mejora de la fiscalidad y la protección del medio ambiente.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara; el director de la Autoridad Portuaria de Málaga, José Moyano, el director del Instituto Oceanográfico Español, Jorge Baro y el presidente del Clúster Marítimo-Marino de Andalucía, Javier Noriega, participaron en este día, desarrollado bajo el lema The future of our seas. La concienciación por parte de la sociedad y sus gobiernos de la importancia de la economía azul «resulta crucial para aprovechar su potencial en lo que concierne de cara al futuro», precisó el clúster.

El CMMA ha desarrollado diez claves para impulsar el sector marítimo-marino, con las principales líneas de actuación, las estrategias del sector, así como la singularidad de ser la única región europea que ostenta fachada atlántica y mediterránea de Europa, en el caso de Málaga al ser puerta del mediterráneo.

Esto «nos configura como una importante ventana de oportunidad y uno de los principales sectores emergentes de la economía y el futuro en materia de crecimiento de Andalucía». Los objetivos del clúster son la creación de riqueza y empleo, la mejora del desarrollo empresarial, proyectos viables, el impulso de las comunidades portuarias, la concienciación por la protección del medio ambiente y la sostenibilidad.

Así, reclaman que los gobiernos y las administraciones de ciudades de litoral, «que durante siglos han girado en torno a la actividad marítima, han de volver la mirada al mar» mediante una mayor atención en su hoja de ruta política, presupuestaria, medioambiental, cultural y social.

«Los beneficios estadísticos en materia de riqueza y empleo, innovación, cultura, turismo y protección de la biodiversidad son notables y constantes para los territorios marítimo-marinos», sostuvieron, añadiendo que a día de hoy en muchos casos se está «desatendiendo» dicho potencial de cara al futuro. En este sentido, señalaron que muchas grandes ciudades andaluzas «no ostentan en su agenda apenas proyectos singulares que tengan a la mar como protagonista, como futuro».

Defendieron también la importancia de una estrategia regional marítimo-marina, en la que se tengan en cuenta a todos los agentes marítimos del territorio andaluz en su fachada litoral de este a oeste. Un eje por el que «transcurre buena parte del flujo mundial naval-comercial, en su fachada atlántica y Mar de Alborán, desde Huelva a Almería y en su vertiente fluvial, contando con el puerto de Sevilla y la transversalidad productiva, especialmente relacionado con las posibles exportaciones de otras provincias».

Indicideron asimismo en que en algunos núcleos urbanos de gran presión demográfica, cuestiones como el saneamiento integral de la costa, o la problemática de las denominadas 'natas' en zonas de intenso turismo , así como cualquier otra iniciativa de desarrollo marítimo realizada en la lámina han de seguir las premisas de protección ambiental y la biodiversidad.