La Costa del Sol va camino de encadenar otro año de crecimiento, con una temporada alta que se vuelve a esperar de récord, pero en ese camino al alza se ha topado con un hecho que está haciendo que ese incremento lo sea en números más discretos. Tras experimentar una recuperación vital para el buen funcionamiento del sector, el mercado nacional vuelve a dar síntomas de caída, un descenso que se ha dejado notar en el primer cuatrimestre del año, que se ha cerrado con una subida casi imperceptible en los viajeros alojados en hoteles de la provincia, según los datos hasta abril del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La coyuntura hotelera de los primeros cuatro meses de este 2017 indica que son las pernoctaciones las que más han notado esa ralentización, cosechando de hecho un descenso del -0,39%, pese a que en abril se celebró la Semana Santa, fecha que supone el arranque oficioso de la temporada alta. En cuanto a los viajeros, su incremento no ha llegado a los mil turistas en estos primeros meses, pasando de 1,347 millones en 2016 a 1,348 millones en este ejercicio.

Y detrás de estas cifras se encuentra la bajada del turismo nacional, que sigue notando los efectos de la crisis frente a un mercado internacional que no cesa de incrementarse en la Costa del sol. Así, la caída en los turistas españoles en los hoteles en el primer cuatrimestre del año ha sido del 7,6%, frente al incremento de los extranjeros, que suman un 5,6% más y han sido mayoría en este periodo en la provincia.

En el caso de las estancias realizadas en establecimientos hoteleros, el descenso del mercado nacional ha sido de un -10,38%, mientras que la subida de los visitantes internacionales ha alcanzando un 4,1%, según el INE. Y todo ello, a pesar de que la Costa del Sol ha firmado un mes de abril de récord, ya que ha sido el mejor de toda la serie histórica tanto en turistas como en las pernoctaciones realizadas por estos.

Los números del mercado nacional también se han visto mermados en el recuento total de la temporada baja, que se cerró con un alza del 1%, pero que en el lado positivo han dejado cifras que indican que la provincia está logrando alargar su verano y reduciendo poco a poco la temida estacionalidad.

Tras las estadísticas también hay razones que justifican la situación de uno y otro mercado. Mientras que el nacional lucha aún por recuperar su posición económica previa a la crisis y ha comenzado a optar por otras opciones que considera más ventajosas, como la de los apartamentos turísticos, en pleno auge, los emisores extranjeros se ven menos afectados por la cuestión económica y la Costa del Sol se ha convertido en un destino perfecto para ellos por sus buenas conexiones aéreas, su relación calidad-precio, una oferta diversificada y creciente y también porque ofrece una seguridad que ahora no encuentran en otros destinos del Mediterráneo afectados por conflictos.

El empleo, pendiente

Otro ámbito que es una asignatura pendiente para la provincia sigue siendo el empleo turístico. En este primer cuatrimestre se ha registrado un ligero incremento frente a 2016, con un abril en el que ha habido más trabajadores (un millar más) en los hoteles pese a que había menos establecimientos abiertos que el abril del año pasado, pero lo cierto es que comparando los datos actuales con los previos a la crisis la Costa del Sol tiene aún menos empleados que en 2007 ó 2008 a pesar de que ahora hay más hoteles funcionando que en este periodo.

En abril el personal empleado en los hoteles de la provincia ascendió a 13.719. De media en el primer cuatrimestre de este 2017 los trabajadores han ascendido a unos 10.155, frente a una media de unos 9.899 en los primeros cuatro meses del ejercicio pasado, según el INE.