Los años del boom económico hicieron que la compraventa de propiedades se multiplicara en Málaga hasta cifras nunca antes alcanzadas, pero tras la euforia llegaron los malos tiempos y fueron muchas las familias y empresas que se vieron en una situación de dificultad con los juzgados como destino final. De ahí que en estos últimos años hayan sido numerosos los bienes que han salido a subasta judicial por mandato judicial para cubrir deudas e impagos con elementos embargados.

Málaga fue una de las provincias españolas que más experimentó ese auge del sector inmobiliario y también ha sido testigo de como los tribunales se han visto sobrepasados con estos casos. De hecho, según los datos del Gobierno, en estos últimos meses, hasta finales de mayo, bienes por valor de 55 millones de euros estaban en subasta pública, desde viviendas a solares o plazas de aparcamientos, entre otros. Los bienes que han llegado a esta situación, el último paso al que se llega si antes no se ha conseguido ninguna solución entre acreedores y deudores, están a disposición de cualquier interesado en adquirirlos en la página web de subastas electrónicas que creó el Ejecutivo central hace ahora dos años para facilitar que se llegara a más público más allá de los juzgados. Y un análisis de los datos expuestos en la citada página web permite confirmar que es la Costa del Sol Occidental la que más sufre con las subastas. Fue la zona de la provincia que más rentas sacó de los años de buena coyuntura, pero es también la que más bienes tiene en situación complicada una década después.

Municipios como Marbella, Mijas, Manilva, Estepona o Fuengirola se cuelan en una lista en la que el experto en subastas puede encontrar desde «chollos» a inversiones que requieren muchos ceros. Así, es posible optar a viviendas en Mijas por menos de 200.000 euros a espacio comercial en Estepona por más de 19 millones. Muy presentes en estos procesos están también los aparcamientos, con precios desde los 11.000 euros y también otros elementos mucho más asequibles como coches -con costes a partir de 700 euros- o muebles de oficina por 6.000 euros.

Las promociones de lujo que se construyeron a lo largo del litoral no se libran tampoco de este final y en subasta estaban viviendas tasadas en más de un millón de euros en Marbella o con un precio muy cercano a éste. Más asequibles son los inmuebles disponibles en Torremolinos, con coste de salida en algunos casos por debajo de los 10o.000 euros.

La crisis económica no sólo se ha cebado en las familias y sus viviendas de primera o segunda residencia, sino que también ha tenido su efecto en aventuras empresariales que no han prosperado. Por ello, el listado público de subastas judiciales o notariales muestra numerosos locales comerciales e incluso naves industriales, con precios que pueden llegar hasta los 500.000 euros en la Costa del Sol en el caso de los locales y naves en la capital y el interior, que pueden suponer una inversión incluso superior a los 5 millones de euros.

En el caso del interior de la provincia, sus casos de subastas son menos y con precios más bajos, pero sí son más comunes las fincas rústicas disponibles, por un coste de partida de 112.000 euros en la Axarquía, donde también se encuentran viviendas de más precio en Rincón de la Victoria o Vélez Málaga, y por poco más de 50.000 euros en el Guadalhorce.

Según recoge la ley aprobada en 2015 que regula este proceso, las subastas se abren tras ser publicadas en el BOE y admiten ofertas durante veinte días naturales. Los interesados en participar pueden participar una vez que se registran en el portal de subastas, aunque para optar a un bien deben hacer un depósito por el 5% del valor de salida del mismo, lo que limita la participación en los casos con precios más altos. Además, el bien a subasta será para el mejor postor si su oferta supera el 70%, pero si está por debajo de ese porcentaje se da la oportunidad al acreedor de que se haga directamente con él si mejora la oferta.