El Obispado de Málaga ha emitido esta mañana un comunicado en el que aclara que nadie les pidió permiso para la gitana pixelada, que desde la semana pasada decora la fachada del Palacio Episcopal, un inmueble que cuenta con la máxima protección, no en vano, está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) Bien de Interés Cultural.

En su nota de prensa, la archidiócesis malagueña "no pone en duda la calidad artística de la obra" del artista francés Invader, que ha decorado la ciudad con una treintena de pequeños mosaicos, pero exige su retirada al incumplir el artículo 19 de la Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía.

Una retirada que ya ha sido solicitada al Consistorio, pero que no ha obtenido respuesta: "Tras conocerse los hechos, el Obispado pidió al Ayuntamiento de Málaga que actuase para retirarlo, pero al no recibir respuesta, ha procedido a hacer un requerimiento formal ante el Ayuntamiento y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía".