El grupo municipal del PSOE ha registrado un escrito dirigido al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para la restauración inmediata de la fuente del siglo XVIII ubicada en la Alameda de Capuchinos, después de varias quejas vecinales por los graves problemas de conservación que presenta el monumento. El edil Sergio Brenes señala que un reciente incidente ha provocado de nuevo daños en la fuente.

«Hace dos años se produjo la rotura y retirada de la pila de la fuente histórica de finales del siglo XVIII del acueducto de San Telmo, ubicada en las inmediaciones de la plaza del Patrocinio, avenida de Barceló y Olletas», dice el PSOE en su escrito, y añade: «Estamos ante una de las fuentes que se realizaron en la ciudad para garantizar el abastecimiento de agua a la ciudadanía».

La pila dañada fue retirada «sin que haya conocimiento sobre dónde está ubicada y si la misma está en reparación». «Pese a las denuncias ciudadanas para su conservación y protección, un nuevo incidente dañó de forma considerable la base de la misma», añade Brenes en su escrito.

El Acueducto de San Telmo está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y a nadie más que «a la ciudad de Málaga le interesa su puesta en valor por su carácter histórico y monumental». Por todo ello, le trasladan al regidor su interés en «la inmediata restauración y adopción de medidas de seguridad para su conservación».

En la web de Emasa, puede leerse que a finales del siglo XVIII se realizaron obras de mejora en Capuchinos y Olletas y se construyó el acueducto, que traía agua desde el río Guadalmedina para el abastecimiento público, lo que dio origen a una red de fuentes en toda la ciudad. Esta fuente, en concreto, se instaló en 1790 en la plaza de la Victoria. En 1878, el Consistorio la trasladó a la Alameda de Capuchinos, donde permanece en la actualidad.

Está formada por una gruesa pila de piedra de planta mixtilínea, colocada sobre una amplia base de igual forma y material, con un vástago en su centro que parte de un plinto sobre el que se eleva un balaustre estriado, que se corona por una taza con cuatro mascarones con cabeza de león por donde se vierte el agua. El desgaste de la piedra da idea del intenso uso que tuvo como fuente pública.