Fumar no está de moda. Hace años que la cifra de personas adictas al tabaco se reduce de forma paulatina y, aunque la Ley Antitabaco fue en gran medida responsable de la bajada de fumadores, la estadística no deja de reducirse año tras año dando paso a generaciones cada vez más sanas y deshabituadas al tabaco.

Está de moda cuidarse y eso se traduce en un descenso en los últimos cuatro años del 7,6%. Al running, los batidos verdes y la alimentación alejada del azúcar se ha sumado un expreso «prohibido fumar».

La última Encuesta Andaluza de Salud sitúa a la provincia como la andaluza con menor prevalencia. Concretamente, entre 2011 y 2016, se ha producido un descenso de fumadores diarios del 32% al 24,4%, según los datos proporcionados ayer por el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo.

Esta encuesta da cuenta de este descenso en un hábito que sigue siendo la principal causa de morbilidad y de mortalidad prematura evitable en todo el mundo, provocando anualmente más de 52.000 fallecimientos en España y alrededor de 10.000 en Andalucía. Además, el tabaquismo es la causa más importante de morbimortalidad evitable de los países desarrollados, ya que son atribuibles al consumo de tabaco un tercio de las muertes por cáncer, un 31% de los trastornos cardiovasculares en hombres y un 7% en mujeres. Además, se calcula que el 80% de los cánceres de pulmón son provocados por el tabaquismo.

Según datos de la Junta, en Málaga la edad de inicio en el consumo de tabaco se sitúa en los 16,7 años. El 26,6% de los hombres mayores de 16 años son fumadores habituales frente al 22,3% de mujeres malagueñas mayores de 16 años.

Pese a que la cifra cada vez es menor, las autoridades quieren reducirla aún más. Prueba de ello es que en los cuatro primeros meses de este año, los médicos de familia y profesionales sanitarios que trabajan en centros sanitarios de la provincia han ofrecido consejo a 408.400 personas (el 25% del total de Andalucía, que asciende a 1.644.627 personas) para dejar de fumar. Estas actuaciones forman parte de la estrategia de atención a las personas fumadoras impulsada por la Consejería de Salud. Y es que los consejos sanitarios suponen un instrumento de prevención y control del tabaquismo donde los profesionales sanitarios son los encargados de recomendar o aconsejar el abandono de este hábito y alentar y felicitar a quienes lo consiguen o bien a quienes no han tenido nunca este hábito.

Porcentaje de fumadores por Comunidad Autónoma:

Número de defunciones relacionadas con el Tabaco:

Servicios avanzados

Además de la intervención básica desde los centros de salud, aquellas personas que requieren de recursos más específicos para conseguir el objetivo final de abandonar el tabaco tienen a su disposición los servicios de intervención avanzada individual y grupal que combina terapias psicológicas cognitivo-conductuales y tratamiento farmacológico. Entre enero y abril de este año se ha atendido a 18.827 personas a través de estos recursos (12.663 en el caso de la intervención avanzada individual y 6.164 en intervención avanzada grupal). Estos programas requieren de la presencia física de la persona fumadora en el centro y, por ende, de un desplazamiento y un horario.

El Plan Integral de Tabaquismo incluye programas específicos de deshabituación y prevención del hábito en colectivos de especial atención, entre los que se encuentran mujeres embarazadas, las personas privadas de libertad o aquellas que tienen alguna enfermedad mental.

Durante el primer trimestre de 2017, se ha realizado más de 2.500 controles de los que sólo en el 6% se detectaron incumplimientos. El año pasado Salud recibió 323 denuncias e inició 175 expedientes de los que 162 se resolvieron con sanción. Estas ascendieron a 88.400 euros.