Investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) trabajan desde el año 2006 en la búsqueda de nuevas tendencias de fotoprotección, hacia líneas inéditas que avancen en la relación luz y piel a través del único laboratorio de fotobiología dermatológica de España, dirigido por el catedrático Enrique Herrera y ubicado en el Centro de Investigaciones Médicas de la UMA (Cimes).

Según explica el profesor de Dermatología José Aguilera, avanzan hacia una fotoprotección «inteligente» mediante herramientas educativas basadas en las nuevas tecnologías. «Es más, ampliamos fronteras hacia el estudio de la fototerapia, es decir, el uso beneficioso de la luz para el cuerpo». En este sentido, se encuentran actualmente trabajando en un proyecto nacional para conocer los niveles de vitamina D en la población española, porque, tal y como asegura el experto en un comunicado, su efecto «es muy positivo para prevenir ciertas enfermedades», como las digestivas y las cardiovasculares, además de su papel en la incorporación de calcio en los huesos.

No obstante, el buen diagnóstico de enfermedades cutáneas relacionadas con la exposición al sol es «complejo», por lo que otro de los pilares de investigación y servicio de este laboratorio es la Unidad de Fotodiagnóstico, única en Andalucía y referencia para el resto de España. Desde su creación en el año 2008, más de 130 pacientes han pasado ya por sus instalaciones, derivados por hospitales públicos y privados de toda la región. «Nos ocupamos de detectar y tratar enfermedades provocadas por la luz solar y artificial en pacientes que presentan casos difíciles y requieren tratamientos más precisos», asegura la dermatóloga y profesora de la UMA María Victoria de Gálvez.

Desde el laboratorio, ambos profesores reproducen patologías en busca de soluciones que se adelantan a los problemas. Investigación y desarrollo de patentes para diagnósticos en fotodiagnóstico y fotoprotección que encuentran respuestas en territorios nuevos como, por ejemplo, el propio tejido de la ropa como protector solar. El estudio de la sensibilidad de las personas frente al sol, la influencia de factores externos como perfumes o medicamentos y, por último, la reproducción de lesiones mediante fotoprovocación con luz, son los tres pilares de la Unidad de Fotodiagnóstico.