El Colegio de Economistas de Málaga ha revisado al alza su previsión de crecimiento de la economía de la provincia para este 2017 tras comprobar su buen comportamiento en los primeros compases del ejercicio y constatar la reactivación de sectores como la construcción. Los economistas pronosticaron ayer que el Producto Interior Bruto (PIB) de Málaga crecerá un 2,9% este año (frente al 2,7% que manejaban hace unos meses) y aseguraron que se ha entrado en una fase de crecimiento «sano, firme y robusto» que consolidará la dinámica de recuperación.

Como prueba de ese avance, el Colegio recordó que Málaga ha ganado en los últimos doce meses (marzo de 2015-marzo de 2016) un total de 31.710 afiliados a la Seguridad Social, lo que supone el mayor incremento desde el año 2007.

«La velocidad de crucero del crecimiento económico para la provincia está en torno a los 30.000 puestos creados en términos interanuales y ya estamos en esa cifra», señalaron el decano del Colegio, Juan Carlos Robles, junto al vicedecano, Antonio Pedraza, y el director del Servicio de Estudios Económicos, Fernando del Alcázar, durante la presentación del Barómetro Económico correspondiente al primer trimestre de 2017. Los economistas reconocieron, no obstante, que el empleo generado es fundamentalmente «temporal» debido a la estructura productiva de la provincia, muy basada en los servicios.

Robles afirmó que «estamos en un buen año de la economía malagueña» y destacó el crecimiento sostenido de sectores alternativos al turismo como el agroalimentario, que lleva varios años al alza, la industria tecnológica y también de otros que han sufrido más duramente la crisis, caso de la construcción. «Empezamos a vislumbrar que el mercado inmobiliario empieza a moverse, crecen los proyectos que se visan y se ven ya de nuevo proyectos con las grúas en marcha», dijeron. El decano destacó que este panorama de contribución de diversos sectores al margen del turismo (que es el que ha tirado del carro durante la crisis) hace que el crecimiento de Málaga se perfile ahora como «más balanceado». La buena evolución de las exportaciones y del consumo refuerzan esta visión optimista.

Los economistas sí advirtieron de algunos elementos a vigilar como la subida del precio de la vivienda (un 4,4% en Málaga) aunque descartaron que de momento haya riesgo de una nueva burbuja, al tratarse de un «dato aislado» del que habrá que observar su evolución.

El Colegio también detecta una mayor apertura del crédito bancario al sector privado (familias y empresas), aunque eso no evita que el saldo vivo en Málaga siga a la baja porque son muchos más los préstamos que se van amortizando que los que nuevos que se conceden. Así, el volumen de crédito se sitúa actualmente en 31.600 millones de euros, con un 33% de bajada sobre los máximos de 2008, algo en lo que también ha influido el proceso de «desapalancamiento» que Europa prescribió a la economía española.

Respecto a la economía, Antonio Pedraza también afirmó que la incipiente subida de la inflación restará valor a los actuales salarios, lo que podría llevar a que se negocien futuras subidas (tal y como reclaman los sindicatos). En cualquier caso, destacó la importancia de que la economía española mantenga su «competitividad».