Larga cambiada de Juan Barco a la Diputación. El empresario extremeño, al frente del Museo Taurino, se niega a desalojar el céntrico edificio de la plaza del Siglo a pesar de que el pleno de la institución provincial, con su presidente, Elías Bendodo, al frente, decretara el cierre de la colección por los reiterados impagos que superan los 150.000 euros. Fue en abril cuando la portavoz del equipo de gobierno del PP, Francisca Caracuel, comunicó en rueda de prensa la revocación definitiva de la concesión demanial que unía a Barco con la Diputación. En teoría, desde la notificación de la recesión, éste habría tenido 15 días hábiles para abandonar las instalaciones. La realidad, es otra bien distinta. Hasta el momento, el museo sigue funcionando de la misma manera que continúa abierto el restaurante en la terraza y la tienda que se encuentra en los bajos del edificio.

En unas declaraciones realizadas este jueves a la Cadena Ser, Barco dejó claro que, al menos de momento, no tiene pensado cerrar las puertas del museo pese a haber recibido ya la correspondiente notificación de desalojo por parte de la Diputación.

A través de la emisora, el empresario extremeño puso de relieve, además, su malestar con la situación que se ha generado y que ha desembocado, en última instancia, en que la Diputación pida la salida del museo. Aseguró Barco estar «muy molesto» y habló de un teatro generado por la clase política. Un teatro, en todo caso, que comenzó a partir del momento en el que Barco no realizó los pagos correspondientes al canon ligado a la explotación del edificio. Las facturas acumuladas corresponden a los años 2015 y 2016. Además de no abonar el canon, los impagos se extienden, también, al suministro de electricidad y agua. El impago del IBI correspondiente al inmueble que albergó en su día al antiguo Patronato de Turismo habría que sumarlo a la lista. Por parte de la Diputación, se insiste en que Barco tendrá que desalojar el edificio, aunque se admiten algunos problemas de índole administrativos que estarían retrasando el cierre del museo. En todo caso, el diputado de Cultura, Víctor González, responsable del ramo, declinó hacer declaraciones sobre el asunto a este periódico.

Cabe recordar que la deuda acumulada por parte de Barco, a finales de 2016, era de 153.750 euros. Una cantidad, se intuye, que ha ido creciendo durante estos meses por lo que la fianza entregada en su momento ya no bastaría para saldar el balance.