Las calles de la Victoria esperan ansiosas que su Virgen las recorra cada víspera de Pentecostés, en su procesión de Gloria. Tan distinta, pero a la vez parecida a la del Martes Santo, cuando la distancia obliga al camino directo y a evitar recrearse en los rincones que más quieren al Rocío. El barrio, que presume de serlo cada día pero sobre todo en fechas señaladas como ésta, se engalana con guirnaldas, flecos y banderitas y renueva sus votos con la Novia de Málaga, que este año va acompañada por los sones musicales de la banda de la Esperanza.

Marchas como Reina de San Lázaro, Macarena, La Estrella Sublime o Málaga Corona a su Novia sonaron en los primeros metros por el entorno de las Lagunillas, ya que este año la procesión ha cambiado el itinerario habitual, prácticamente a la inversa de años anteriores.

Infinitas petaladas reciben a la Virgen, muy elevada sobre su trono, iluminada por cuatro arbotantes dorados.Rosas blancas, rosas pitiminí rosas, peonías, delfhinium, astilbe, lisianthus, orquídeas dendrobium y alelíes, componen el exorno floral.