El soterramiento de las grandes avenidas urbanas que flanquean el río Guadalmedina, la gran cicatriz hídrica de Málaga, supondría una reducción del tráfico de entre el 83% y el 92%, según un estudio elaborado para la Fundación Ciedes por Incorp Ingenieros fechado en diciembre de 2016 y al que ha tenido acceso La Opinión de Málaga. Además, esta gran obra supondrá que sólo los residentes, el transporte público y los usuarios de vados, plazas de rotación del parking de Camas, los vecinos con coche pero sin plaza de parking y y los clientes del Hotel Posada del Patio podrán usar los pasillos en superficie de la zona.

Este estudio sale a la luz una vez que se ha conocido que siete empresas optan a redactar el Plan Especial del río Guadalmedina, un proyecto básico para Málaga y licitado por 125.000 euros. El plazo para presentar sus ideas sobre cómo integrar el río en la ciudad termina el 19 de junio. El proyecto pivota sobre dos grandes ejes: el soterramiento del tráfico en la mayor parte de ambos laterales, desde el puente de Armiñán hasta casi el puerto; y la idea de realizar lo que se ha conocido como puentes-plaza, es decir, convertir a algunos de los que ya cruzan el río en grandes bulevares (se habla hasta de ocho). Pese a ello, ni el soterramiento ni los puentes-plaza las tienen todas consigo para formar parte en el proyecto cuya redacción ha salido a la licitación pública ahora. Son ideas que maneja el equipo de gobierno, pero está por ver si estas directrices generales se concretan.

El estudio de movilidad de Ciedes analiza así las zonas con tráfico residencial en superficie aledañas al río: la margen izquierda, con el Pasillo Santa Isabel (desde la plaza Arriola) y la Avenida de la Rosaleda (hasta Armiñán); y la derecha, es decir, la avenida de Fátima, desde Armiñán al puente de la Aurora. Estos tramos, establecen los técnicos, estarán destinados «al tráfico en superficie exclusivo para residentes, transporte público y accesos a aparcamientos en rotación». Los accesos previstos son los siguientes: en el Pasillo Santa Isabel (Arriola, salida del parking de Camas hacia el Pasillo y Cisneros); en la Rosaleda (Puente de la Aurora, Postigo de Arance, San Rafael, Purificación y Huerto de Monjas) y en Avenida de Fátima (Doctor Gálvez Ginachero y Paseo de Martiricos, la Regente y San Quintín). Los usuarios de estos pasillos en superficie serán los residentes, «ya sea con estacionamiento privado en vados o plazas de viario público exclusivos para residentes, los usuarios de estacionamientos en rotación y los hoteles».

En el Pasillo Santa Isabel, son 693 las plazas de aparcamiento afectadas: las 72 de un vado de calle Fajardo, las 103 del Hotel Posada del Patio y las 518 del parking de Camas. El resto de vados pueden salir a través del soterramiento de acceso al Puente de la Esperanza o hacia calle Hilera, por lo que no podrán circular en superficie en Santa Isabel. En la Avenida de la Rosaleda, los vados afectados son 26 de 45, es decir, 705 plazas, 18 de ellos tendrían entrada y salida por el palasillo y ocho sólo salida. Además, las 24 plazas de parking en vía púnlica se convertirán en espacios para residentes. Los vecinos de la franja que colinda con la avenida que disponen de coche sin estacionamiento, podrán acceder en superficie por la Avenida de la Rosaleda. La superficie afectada por la semipeatonalización es de 50.000 metros cuadrados, los vecinos son 1.400 y los hogares 603 en esta zona.

En Avenida de Fátima, se vería afectada la franja urbana localizada entre Avenida de Fátima y Malasaña. A los vados de la zona, se les permitiría el acceso a través de la Avenida de Fátima. Se trata de 27 de 350 vados, con 408 plazas; las calles entre la avenida de Fátima y Malasaña serían de acceso exclusivo para residentes, al igual que los aparcamientos: son siete calles con 101 plazas; los residentes que viven junto a la Avenida de Fátima, y que tienen coche sin estacionamiento, podrán acceder en superficie en dicha avenida: se trata de 48.300 metros cuadrados, 1.675 habitantes y 675 hogares. En cuanto al volumen diario de tráfico en todas estas zonas: en el Pasillo de Santa Isabel ahora hay 22.169 movimientos de coches cada jornada y la propuesta es reducirlo al 15%, es decir, a 3.229 (una reducción del 85%); en la Avenida de la Rosaleda, hay 16.377 movimiendos por día y la propuesta es bajarlo al 17%, lo que significa un descenso del 83%, hasta los 2.903; y en la Avenida de Fátima el volumen diario hoy es de 22.589 movimientos cada 24 horas, y el objetivo del soterramiento es reducirlo a 1.881 (el 8%), lo que supone un descenso del 92%.

Reacción de Eduardo Zorrilla

El portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, considera que la idea de soterrar los laterales y hacer grandes plazas-puente es «una ocurrencia nueva del alcalde», que además no se encuentra ni en el «proyecto ganador del concurso de ideas». «Tampoco creemos que el soterramiento se vaya a incluir en la redacción del Plan Guadalmedina; esto abunda en la idea del embovedamiento total del río, una obra que costaría 1.000 millones de euros. Es un coste económico muy elevado», aclaró. Por otro lado, además de ver inviable la idea, Málaga para la Gente entiende que lo mejor sería «un proyecto blando, con la recuperación de la rivera, eliminando los muros y creando un paseo peatonal y, por qué no, un sendero ciclista. Lo que se ha planteado, el soterramiento de los laterales y los puentes plaza, nos parece inviable económicamente y ecológicamente, no queremos un río lleno de hormigón», dijo.