El Tribunal que ejecuta la sentencia del caso Malaya, contra la corrupción en la localidad malagueña de Marbella, ha estimado un recurso presentado por la defensa del empresario Carlos Sánchez, al que se le impusieron cuatro años y cuatro meses de cárcel, y acuerda declarar al condenado en tercer grado penitenciario.

Así consta en una resolución, a la que tuvo acceso Europa Press, en la se indica que en esta decisión se han tenido en cuenta distintos factores, como la colaboración con el Tribunal y su buena conducta, que no tiene antecedentes, así como las enfermedades que padece y su edad -71 años-. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 6 de Madrid acordó en febrero de este año mantener al constructor en segundo grado, decisión contra la que la defensa presentó un recurso, que ahora ha sido estimado por la Sala que juzgó el caso, a través de un auto en el que se analizan los factores que concurren.

Así, entre los factores negativos del penado, la junta de tratamiento señalaba la causa por la que fue condenado, Malaya, con hechos de «especial gravedad»; aunque eso, dice la Sala, ya se tuvo en cuenta a la hora de fijar las penas de prisión impuestas a los condenados.