El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha autorizado este martes a la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía la extinción del contrato suscrito en abril de 2009 para las obras del tramo Renfe-Guadalmedina del metro de Málaga.

Según el Ejecutivo autonómico, la medida se justifica por la renuncia del Grupo Ortiz a culminar el proyecto de modificación aprobado en 2015 para dar cobertura a los cambios obligados en el proyecto ante los restos arqueológicos encontrados y el cambio de trazado para continuar con un ramal hacia el Hospital Civil, lo que suposo un incremento del 26 por ciento respecto al presupuesto original y que consideraba insuficiente.

La Junta destaca que esta rescisión permitirá desbloquear definitivamente la licitación de la fase final de los trabajos, que habían quedado a un nivel de ejecución del 65 por ciento (72 por ciento en el caso de la intervención arqueológica asociada) y para la que el Gobierno andaluz ya consignó el pasado mes de noviembre un gasto de 24,75 millones de euros.

El proyecto dará continuidad a las dos líneas del suburbano malagueño en explotación comercial y permitirá su conexión con el centro de la ciudad. El nuevo contrato, que saldrá a licitación a finales de junio, tiene un plazo de ejecución de 22 meses y generará 372 empleos (unos 200 directos) durante la fase de construcción.

El tramo Renfe-Guadalmedina del metro de Málaga conecta el intercambiador de El Perchel-María Zambrano, donde confluyen las líneas 1 y 2 en servicio comercial desde julio de 2014, con la antesala del centro histórico de Málaga, donde actualmente se ejecuta el tramo Guadalmedina-Atarazanas, que se extiende bajo la Alameda Principal.

Con 713 metros de longitud y soterrado en su integridad, una de sus principales complejidades técnicas se deriva de la confluencia de las líneas, por lo que dispone de dos túneles con doble plataforma de vía. La estación de Guadalmedina, incluida en el proyecto, también alberga ambos ramales y permitirá a los usuarios acceder a las dos líneas.

La licitación de la obra de terminación del tramo incorpora todas las unidades de obra pendientes de ejecutar del anterior contrato, incluida la intervención arqueológica asociada a la Muralla Nazarí. Fundamentalmente consisten en la finalización de los túneles, que presentaban un avanzado grado de ejecución antes de la suspensión de los trabajos; en la adecuación del recinto de la estación de Guadalmedina, y en la urbanización y restitución de la superficie en la avenida de Andalucía.

En el plano político, el secretario de Política Institucional del PSOE-A, Francisco Conejo, exigió al presidente del PP y de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, que deje al margen las «ocurrencias» que bloquean el metro de la capital como llevar la infraestructura por el cauce del Guadalmedina. Conejo hizo esta petición después de que Bendodo planteara integrar el metro en la solución urbana del Guadalmedina para llevar la línea 2 al norte de la ciudad.