La Policía Nacional investiga una agresión sexual por tocamientos denunciada por una joven el pasado fin de semana en Málaga. Los hechos que se indagan se sitúan en la madrugada del pasado domingo en el entorno de la calle Horacio Quiroga, en el polígono Guadaljaire, muy cerca de la discoteca donde la víctima, de unos 20 años, había disfrutado de una noche de marcha.

Según fuentes cercanas al caso, la denunciante es una chica que esa noche se había desplazado con sus amigas desde un municipio del Valle del Guadalhorce para disfrutar de la noche malagueña en la sala Natural. Los testimonios recogidos por los agentes indican que, avanzada la madrugada, el grupo se encontraba en la puerta de la discoteca decidiendo si daban por concluida la noche o si por el contrario continuaban la fiesta, ya que unas se querían marchar y otras no. Esta situación provocó que la pandilla se dispersara en la calle y que la víctima se quedara rezagada del resto. Aquí, según las fuentes, un desconocido la abordó para decirle que una de sus amigas se encontraba mal, sola y vomitando, mientras le señalaba el camino. La chica, preocupada por la noticia, cedió unos metros hasta que el hombre le empujó a una zona ajardinada. Amparado por grandes setos, el agresor la empujó contra una de las piedras ornamentales que hay en esa zona para realizarle tocamientos en los genitales y besarla a pesar de la resistencia de ella.

Una vez que se zafó de su agresor, que huyó, la chica pidió ayuda y allí se presentaron patrullas de la Policía Local y Policía Nacional, cuyos agentes activaron el protocolo propio de las agresiones sexuales y la trasladaron a un centro médico para su reconocimiento. Las fuentes aseguran que la joven describió a su agresor como un joven con tupé y barba, y que lo reconocería sin ningún género de duda si lo volviera a ver. Por ello, los investigadores tenían ciertas esperanzas en las imágenes de las cámaras de seguridad del local, incluida la que hay en la puerta.