Promotores, arquitectos, particulares y personal del propio organismo han dibujado una situación de «colapso» en el departamento de Licencias de la Gerencia de Urbanismo que está provocando «considerables retrasos» en la concesión de licencias, retrasos que serían de meses en cuanto a las licencias menores y hasta de un año en las de obra mayor. Así una licencia de obra mayor, que debe concederse en tres meses, está tardando entre 8 meses y un año; las de obra menor, que antes se concedían en dos meses ahora sobrepasan los 4 y 5 meses; mientras que la obra menor abreviada, que antes se daba en una semana o diez días, ahora no se da en menos de tres meses, según los datos que ofrecen todos los afectados.

Urbanismo tramita varios tipos de licencias que tienen que ver con la envergadura del proyecto y el tamaño de las obras. Para obras muy pequeñas (reforma de un cuarto de baño o cierre de terrazas) existe la declaración responsable que concede la licencia de manera automática; para obras del tipo de reforma de una vivienda, siempre que no suponga cambios en su estructura (tirar tabiques), existe la licencia de obra menor abreviada; cuando la obra tiene mayor calado se expende la licencia de obra menor y finalmente la mayor para obras de nueva planta.

Todos los afectados coinciden en señalar que el deterioro del servicio y los retrasos cadas vez mayores se vienen produciendo desde hace unos tres años, pero que la situación «se ha hecho crítica» desde que el departamento, que antes dirigía Teresa Domingo, pasó a manos de Leonor Muñoz.

Las quejas no se limitan sólo al servicio de licencias, también a otros como el de atención al publico. El particular que vaya a este servicio a pedir información sobre la documentación que debe ofrecer para obtener una licencia, deberá coger número y «esperar como mínimo una hora hasta que te toque la vez», señala una de estas quejas.

Los mismos retrasos se dan también en el servicio de información urbanística, que deberían responderse en un mes. Un afectado cuenta que pidió una información en junio del año pasado y ha recibido contestación once meses después, en mayo de este año.

La dirección de Urbanismo no es ajena a esta situación, pues la propia Asociación de Constructores y Promotores (ACP) se lo ha hecho ver en una reunión entre ambas partes la semana pasada, según su presidente, Emilio López. «Le planteamos que estamos notando y sufriendo un alargue en el tiempo de concesión de las licencias, que están tardando mucho, nosotros constatamos retrasos de entre 8 y 12 meses, y un año es un tiempo excesivo para conceder una licencia».

Según López, tanto el concejal, Francisco Pomares, como el gerente, José Cardador, «reconocieron esta tardanza»y la achacaron a la tramitación conjunta que ahora se hace de las licencia mayores y menores. El presidente de la ACP añadió que el concejal y el gerente se han comprometido a darle una solución modificando la tramitación y separándola.

López señaló el principal peligro que tiene esto para una ciudad como Málaga y es que «los promotores ya evalúan el riesgo de la localidad en función de lo que tarden en conceder una licencia, de tal manera que ese promotor, con la financiación ya comprometida, sopesa irse a otra capital o al sur de Francia, la Costa Azul, donde la licencia no se eternice y pueda ejecutar su proyecto lo antes posible y comenzar a rendirle».

Los promotores señalan además que en estos momentos, en los que el mercado inmobiliario y la obra privada empiezan a repuntar, «es necesario una administración que acompañe y no que retrase».

Este medio de comunicación ha pedido datos sobre tiempo de emisión de las licencias y la valoración al concejal sobre esos retraso y sus motivos, sin tener aún respuesta.