Es cierto que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ya había anunciado su intención, durante la campaña de las primarias del PSOE, de implantar un modelo universitario de «matrículas gratis para quien apruebe». Pero la noticia no dejó de ser recibida ayer con sorpresa en el seno de la Universidad de Málaga. La Junta premiará el esfuerzo de los universitarios que lo aprueben todo a partir del curso que viene. Bonificará el 99% del precio de los créditos de los universitarios que aprueben y que no reciban beca por parte del Ministerio de Educación, en torno a 30.000 en toda la comunidad autónoma, según los cálculos del Gobierno andaluz, más de 6.500 estudiantes de grado en la UMA, según la institución académica malagueña.

La información, adelantada este martes por el diario El País, fue confirmada ayer por la propia Díaz. Andalucía será la primera comunidad española con esta bonificación casi total de los estudios universitarios. Los fondos para ello saldrán de los presupuestos de la Junta y será una partida adicional a lo que ya reciben las universidades andaluzas. La presidenta dejó claro que es necesario «primar y premiar el esfuerzo, a quien se esfuerza, a quien trabaja y a quien aprueba», con una medida que, desde su punto de vista, «garantiza la igualdad de oportunidades».

La Junta sostiene que la medida puede beneficiar a más de 30.000 alumnos de las nueve universidades públicas de la comunidad autónoma y costaría unos 29 millones de euros, apenas un 2% del presupuesto total de sus universidades. En Málaga serían unos 6.500 estudiantes de grado, descontando los de primer curso y los que reciben beca del Régimen General, precisó el vicerrector de Estudiantes, José Francisco Murillo. A estos, habría que añadir entre 300 y 400 estudiantes más de másteres, en concreto de postgrado de dos años. Son datos recogidos en la estadística universitaria correspondiente al curso 2015-2016.

«Todo lo que sea mejorar las condiciones de nuestro alumnado, bienvenido sea, y en ese sentido estamos encantados con la noticia. Todo lo que sea dotar de más recursos económicos a las universidades y avanzar en la gratuidad de la enseñanza universitaria, también será bienvenido», resumió ayer el vicerrector de Estudiantes, que confía en que «todo quedará aclarado» cuando se apruebe el decreto de tasas y precios públicos de los estudios universitarios para las universidades andaluzas.

Había recibido la confirmación oficial por parte del secretario general de Universidades, Manuel Torralbo, en la misma mañana de ayer. De hecho, hasta hoy miércoles, Díaz no explicará los detalles del plan, durante su comparecencia en el pleno del Parlamento.

Ayer, preguntada por los periodistas en Aznalcóllar, la presidenta señaló que no quiere «ver a los jóvenes, hijos de obreros, que fueron sacados de las universidades en su día por un ministro indolente como José Ignacio Wert, que se inventó medio punto más» para poder acceder a bonificaciones. Del mismo modo, Díaz recordó que Europa «camina en esa senda y en ese camino de premiar el esfuerzo, el talento y que la universidad pública sea gratuita para aquellos que se esfuerzan», y consideró que «eso debe ir acompañado por un sistema potente de becas, de ayudas al alojamiento, manutención y transporte».

Con estas bonificaciones, el primer año de la carrera, el estudiante deberá pagar todos los créditos de los que se matricule, salvo si tiene beca. Un curso suele incluir 60 créditos, que en Andalucía cuestan 757 euros. Si al año siguiente obtiene al menos un cinco de nota en todas las asignaturas, podrá matricularse de otros 60 créditos casi gratis, ahorrándose 749,4 euros. Por cada crédito aprobado por curso —que incluye dos convocatorias de examen: ordinaria y extraordinaria—, abonará un precio simbólico del 1% al año siguiente.

Díaz explicó ayer que se abonará hasta el 99% porque «es lo que permite la norma, pues el 100% de bonificación me lo recurriría el Gobierno central, como de costumbre, y me impediría poner sobre la mesa una norma que permitirá garantizar la igualdad de oportunidades y permitirá que miles de estudiantes puedan continuar sus estudios al margen de los ingresos económicos de sus padres y de los caprichos de algún ministro que no entendió que medio punto en algunas familias es un proyecto de vida completo».

Por su parte, el rector de la UMA, José Ángel Narváez, señaló ayer que está «a la espera» de que la Junta le explique los detalles del plan. «De entrada me parece una buena idea, ya que propicia igualdad de oportunidades. Espero que se aclaren algunos detalles de cómo va a recibir esa financiación que vamos a dejar de percibir», señaló.

Narváez recordó cómo en su día las universidades sufrieron un decremento de sus ingresos cuando se bajaron las tasas. También criticó que reciben el presupuesto más bajo de la consejería. «Necesitamos presupuestos potentes para que podamos realizar nuestra función y afrontar estrategias de crecimiento en el futuro, así como fortalecer nuestras políticas de investigación e infraestructura», dijo el rector, que espera que esta cantidad comprometida por la Junta no se sume a la deuda que todavía mantiene.