La Fundación Cudeca ha reunido en Málaga a 35 expertos de hasta diez nacionalidades distintas -incluidas Australia, Argentina y Suecia- con el objeto de debatir sobre el proceso de dignificación de la muerte.

Desde el lunes y hasta hoy los profesionales han puesto en común cómo cuidar a una persona hasta el final de sus días así como ayudar a sus familiares a vivir el duelo.

La gerente y directora médico de Cudeca, Marisa Martín, señaló ayer la importancia de las jornadas por la puesta en común que suponían, ya que cada uno de los especialistas allí reunidos -entre los que había psicólogos, médicos, enfermeros o terapeutas- aportó su visión multidisciplinar y su experiencia como acompañante del final de los días.

Según Martín, el grupo colaborativo ha querido hacer hincapié en la necesidad de trabajar aún más en las últimas horas de una persona antes de morir, entre las 24 y las 72 horas. «Los cuidados paliativos van a llegar a diferentes niveles según la complejidad, habrá pacientes que necesitan equipos de cuidados paliativos específicos en ese proceso y necesitan estar bien atendidos», señaló la médico, que ve clave asegurar la integridad y la dignidad de la persona, así como aspectos que pueden ser conflictivos como la hidratación, la nutrición o la sedación, elementos que, a su juicio, deben estar profesionalizados y han de estar bien comunicados tanto a la familia como al paciente. «Que entiendan que desde el enfoque de los cuidados paliativos se respetan los deseos, que esté donde quiera estar y que se vaya sin sufrimiento, que sepa que el dolor se puede aliviar», agregó Martín.

La cronicidad de las enfermedades así como el envejecimiento de la población han provocado que la sanidad y las instituciones que se ocupan de velar por la «buena muerte» profesionalicen los cuidados y respeten la dignidad de la persona. Aunque Cudeca nació hace 25 años para paliar el sufrimiento de la enfermedad oncológica, lo cierto es que esta entidad así como la sanidad pública se ocupan de pacientes con otras patologías. «No es fácil hacer un cambio en la mentalidad de las personas, se está cambiando mucho», indicó Martín, que apuntó a que esto no sólo afecta al paciente o al familiar, sino que ha de mejorarse también a nivel profesional, aspecto en el que cree que se va en la buena dirección. «Hay que mirar más de cara a la muerte, y reivindicar que esta es una fase de la vida para la que debemos estar a la altura», apuntó la directora médico de Cudeca. Esta fundación es miembro del International Collaborative for Best Care for the Dying Person, un grupo de trabajo impulsado en 2014 por el Marie Curie Palliative Care Institute de Liverpool, que reúne a un grupo de profesionales de la salud e investigadores de 21 países que comparten la visión común de cuidar y respetar la dignidad de las personas en la última etapa de su vida como parte integral de la trayectoria vital.

El primer día, los asistentes a las jornadas visitaron Cudeca, donde vieron como trabaja esta entidad que, de manera desinteresada, ayuda a morir dignamente a cientos de personas cada año. Ayer, la jornada se trasladó al edificio del Rectorado, donde diferentes ponentes expusieron sus impresiones, que luego debatieron por grupos de trabajo. Hoy también trabajarán en el edificio del Paseo del Parque, donde a las 4 de la tarde habrá una charla abierta al público sobre cuidado paliativos y el proceso de la muerte en medicina.