El presidente de Construcciones Vera, Francisco Vera, falleció este miércoles en Málaga a los 77 años de edad tras unos meses de lucha contra la enfermedad. El responsable de una de las constructoras más representativas y señeras de la provincia (el negocio familiar fue iniciado por su padre, Juan Vera, en 1941) era uno de los grandes referentes del sector tanto por su trayectoria profesional como por su papel en el ámbito asociativo y el mecenazgo cultural. De hecho, era vocal del comité ejecutivo de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), una patronal creada en 1977 y que tuvo precisamente a su padre como uno de los fundadores, y patrono de la Fundación Málaga desde su creación en 2002.

Casado y con dos hijas y seis nietos, Francisco Vera unía a su carácter emprendedor y luchador una enorme calidad humana y un talante siempre colaborativo, según señalaban a este periódico algunos de los muchísimos representantes empresariales que lo trataron. «Era un hombre estupendo, muy positivo y volcado siempre en ayudar en todo lo posible», comentaba la secretaria general de la ACP, Violeta Aragón. Su compromiso con el tejido asociativo era claro, firme y perenne aunque siempre prefirió estar en la segunda línea, sin protagonismos. «Era un gran empresario y una excelente persona que siempre daba opiniones ponderadas y justas. Pudo ser presidente de la ACP y de la Cámara de Comercio de Málaga en varias ocasiones, y lo hubiera hecho muy bien», rememoraba José Joaquín Erroz Lekumberri, presidente de la firma de obra pública Ervega y expresidente de esas dos instituciones. Erroz Lekumberri, que lo conocía desde 1979, no duda en definirlo como «uno de los grandes referentes del sector» tanto en Málaga como en Andalucía.

Y es que la nómina de grandes obras en las que participado Vera en todos estos años es interminable y abarca proyectos tan emblemáticos como el AVE, el metro de Málaga, la urbanización de Teatinos, la construcción de puertos deportivos como La Duquesa en Manilva y Cabopino en Marbella o infinidad de carreteras y autovías a lo largo de la región,además de más de 3.000 viviendas edificadas en diversas promociones. La empresa también atravesó momentos duros durante la crisis e incluso se vio abocada a solicitar el concurso de acreedores en 2013, proceso que superó ese mismo año. En los últimos ejercicios había consolidado su presencia internacional con negocios en Sudamérica, Portugal y norte de África. En 2015, su facturación ascendió a 51 millones de euros, lo que la situaba en el puesto 30 del ranking malagueño.

Francisco Vera era también un convencido de la necesidad de innovar en el sector de la construcción y buena muestra de ello era su presencia como presidente en la Fundación Habitec, situada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) y que tiene por objeto el desarrollo del sector del hábitat y de las nuevas tecnologías en la comunidad. Los más veteranos también recuerdan que fue uno de los impulsores hace varias décadas de Hormigones Málaga, iniciativa que años después quedó integrada en el negocio de la fábrica de cemento de La Araña.

La vertiente cultural era otra de las grandes apuestas de Francisco Vera, según recordaba el presidente de la Fundación Málaga, Juan Cobalea. «Tenía un gran entusiasmo y preocupación por todos los proyectos culturales y sociales y nos ayudó mucho en el patrocinio», apuntó. El fallecido era además vicepresidente del consejo de la Cofradía de Mena.

La misa funeral por Francisco Vera se celebrará este jueves en Parcemasa a las 13.30 horas.