Como una ficha de dominó que cae y provoca una reacción en cadena, la clausura del congreso federal del PSOE de este fin de semana trae consigo la celebración de los congresos regionales y provinciales que definirán el reparto de poder definitivo en el PSOE. El primero en celebrarse será el cónclave andaluz, convocado a toda prisa por Susana Díaz tras su derrota en las primarias. Ayer, se abrió el plazo para presentar las precandidaturas que cerrará hoy mismo a las 12.00 horas. Lejos de convertir el congreso regional en un purgatorio, Díaz quiere que el congreso sirva para relanzar su figura y evidenciar que en Andalucía no tiene a nadie que le pueda hacer sombra. A eso contribuye que el entorno de Pedro Sánchez confirmara ayer que el secretario general no tiene voluntad alguna de amparar una candidatura alternativa a la de Díaz. Al menos, en Andalucía. Un hecho que contribuirá a que la delegación del PSOE de Málaga que acudirá al congreso regional, que se celebrará el 29 y 30 de julio en Sevilla, lo haga en aparente son de paz.

«Hay que esperar a ver si hay alguna posibilidad de que algún militante del PSOE-A se presente, pero nunca auspiciado por nosotros», sentenció este lunes el nuevo secretario de Política Institucional, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Basado en las experiencias anteriores, no es descartable que aparezcan rivales de última hora al más puro estilo del alcalde de Jun, pero se da por hecho que carecerían de la capacidad para reunir los avales necesarios para plantarle cara a Díaz. En todo caso, la ingenuidad tiene un límite y en el PSOE de Málaga se asume que el hacha de guerra se volverá a sacar de cara al congreso provincial. A estas alturas, no hay manera de calmar las ansias de cambio que ya existían en parte de la militancia y que se han visto propulsados con la victoria de Sánchez en las urnas. Empezando por el actual secretario general del PSOE de Málaga, el sector crítico anhela un cambio total en la dirección del partido que no se quede en un simple maquillaje. Los movimientos entre bambalinas son múltiples y también se han lanzado varios nombres como futuribles candidatos. La tarea de los críticos en el PSOE de Málaga pasa ahora por poder concentrar sus fuerzas en una sola persona que, a su vez, tampoco genere un rechazo frontal de Díaz. Según las fuentes consultadas, parte del sector crítico ya estaría trabajando en esta línea, consciente de que una dispersión de fuerzas acabaría sepultando cualquier esperanza de poder ganarle un proceso de primarias a un candidato oficialista.

Casi 49.000 militantes

En este proceso de primarias, los militantes socialistas que quieran presentarse para optar a la Secretaría General requerirán unos 4.850 avales, es decir un 10 por ciento del censo. Entre los 45.849 militantes del PSOE-A y los 2.650 miembros de Juventudes Socialistas, arroja una cifra de cerca de 49.000 personas. La recogida de avales se desarrollará del 21 de junio al 1 de julio, a las 12.00 horas. Luego, se procederá a la proclamación, y el día 6 de julio se iniciaría la campaña de información a los militantes, hasta llegar al día de 16 de julio, cuando se produciría la votación, en caso de que hubiera más de un candidato a la Secretaría General. Cara al congreso regional, las distintas agrupaciones tendrán que elegir de nuevo a sus delegados que quieren mandar a Sevilla. Una película que se repite idéntica a la del congreso nacional.