Los números son claros: Mari Carmen Jiménez y sus dos sobrinos, Antonio (20 años) y María (16 años) viven con 319 euros al mes y en teoría deben pagar todos los meses 375 euros de alquiler por la casa en la que viven desde hace seis años, en la calle Fuentepiedra, junto al Camino de San Rafael.

Como las cuentas no salen, Mari Carmen debe diez meses de alquiler, 3.750 euros, por lo que un juzgado de Málaga ha decretado que el próximo 3 de julio a las 9.30 de la mañana tendrá que abandonar la casa.

«Sin dinero, ¿a dónde me voy?», decía el pasado lunes. Mari Carmen, de 56 años, está en paro, sufrió un infarto de miocardio y tiene cinco hernias discales y una minusvalía del 15 por ciento por la osteoporosis, que le produce fuertes dolores. «Cuando estoy limpiando en casa me tengo que ir a echar un rato por la columna, y cuando se me quita, el dolor, levantarme otra vez, ¿en qué trabajo me van a coger?», cuenta.

Mari Carmen tiene además a dos jóvenes en acogida casi desde que nacieron: sus propios sobrinos, hijos de una hermana que fue adicta a las drogas. Precisamente, los únicos ingresos de la familia, los 319 euros mensuales, los recibe por hacerse cargo de su sobrina, que todavía es menor de edad.

Se da la paradoja también de que Mari Carmen ha vivido más de 25 años en la barriada de viviendas sociales de García Grana, un primer periodo en casa de su madre y luego en un piso del mismo bloque, a partir de 1998, que compró. «Cuando echaron la barriada abajo para hacer la nueva, tuvimos que sacar los papeles y yo no constaba, porque esas casas eran ‘toma la llave, dame el dinero’ y ya está, que es lo que hacía todo el mundo», comenta. Al construirse la nueva García Grana, quien constaba como inquilino era la antigua pareja de María, que hace unos seis años renunció al piso.

«Yo no entregué la vivienda, la pusieron a nombre de mi compañero y no aparezco en el contrato. Lo hizo sin consultarme», lamenta.

Mari Carmen confiesa que se encuentra muy nerviosa y que no sabe qué hará si llega el 3 de julio y se encuentra con sus sobrinos en la calle. «Veremos a ver si no me da un infarto», explica.

Alquiler social municipal

El Ayuntamiento de Málaga, mientras tanto, le comunicó el pasado 15 de mayo que reunía los requisitos para beneficiarse del Plan de ayudas al acceso a una vivienda de alquiler a familias en riesgo o exclusión social, tras el visto bueno del Instituto Municipal de la Vivienda. Se trata de una ayuda al alquiler de tres años que el primer semestre cubre el cien por cien y el último llega al cincuenta por ciento.

La cuestión es qué pasará con los diez meses de alquiler, cuyo impago es el motivo del desahucio.

Ruth Sarabia, directora general de Derechos Sociales, informó ayer a este periódico de que el Ayuntamiento de Málaga está tratando de llegar a un acuerdo con la propietaria del inmueble para que acepte estos tres años de alquiler social, al tiempo que también se le va devolviendo la deuda. El objetivo es que Mari Carmen y su sobrinos no terminen en la calle el próximo lunes, 3 de julio.