El mesón Cantarrana (calle Sánchez Pastor, 10) acogió el pasado viernes, 16 de junio, la primera de una serie de tertulias que va a organizar mensualmente La Opinión de Málaga para hablar de los temas de actualidad que más preocupan a la ciudad. En esta ocasión, el objeto de debate fue el nuevo itinerario que se elabora en el seno de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa y lo que supondrá su próxima aplicación. Para hablar sobre este plan, estuvieron presentes el presidente del ente agrupacional, Pablo Atencia; el presidente de la Comisión de Horarios e Itinerarios, José María Souviron; el concejal de Seguridad, Mario Cortés y el hermano mayor del Cautivo, Ignacio Castillo. Si algo quedó claro en una hora y media de debate fue que el proyecto es un cambio integral no sólo en el recorrido, sino también en la estética, la disposición del mobiliario urbano y los protocolos de seguridad, que serán modificados para dar mayor tranquilidad a los malagueños y a las cofradías.

Atencia explica que tras llegar él a la presidencia en 2015 decidió abrir un debate integral sobre la Semana Santa. Así, se invitó a los ideólogos de las cinco propuestas que había, se creó una comisión de horarios e itinerarios que «fue muy participativa» y se llevó a Junta de Gobierno, donde se planteó la necesidad de hacer cambios en el recorrido oficial. Luego, se facultó a Souviron y a Rafael López Tazas, hermano mayor de la Cena, para que sondearan a las cofradías y se comenzó a trabajar sobre un plan de este último enriquecido con aportaciones del resto. Desde mayo de 2016 hasta hace poco, Souviron y López Tazas se reunieron con las 41 cofradías por separado y luego, por días. La conclusión es clara: «Hemos detectado que hay una voluntad muy mayoritaria, se entiende que el actual recorrido es muy mejorable y que la propuesta que hay sobre la mesa puede ayudar a resolver muchos problemas», dice Atencia.

«El proyecto plantea que el recorrido del Centro es pequeño y hay que hacerlo, por tanto, permeable». Las dos opciones básicas son: unir Cisneros y Especerías con Larios -la tribuna oficial estaría en la Constitución, donde se pediría la venia al llegar- y abrir la segunda puerta de la Catedral, culminando allí el recorrido oficial. «Así, se multiplican exponencialmente las diferentes soluciones para cada día». Una vez que se constata, añade Atencia, que hay voluntad de cambio en la mayoría de cofradías, se trabaja en el proyecto concreto con una propuesta de máximo y de mínimos. La revolución es total: «Estamos analizando la estética, la posibilidad de que el acceso al recorrido quede cerrado, que se acceda por detrás; la posibilidad de que haya un pool de televisiones para que haya una señal única; es un plan global, temas de mejoras de seguridad que ya afectarían también, por ejemplo, a la calle Carretería», precisa.

La idea es aprobarlo en la cuaresma de 2018, pero si hay que retrasarlo a 2019, no habrá problemas. Atencia pide «mesura» para alcanzar el consenso, no sólo con las cofradías, sino con todos los colectivos de la ciudad y el Ayuntamiento.

Souviron precisa que «la inmensa mayoría está a favor del cambio y que hay unos cuantos que tienen problemas y eso debe ser solucionado, sobre todo si es cuestión de metros». Él habla de «prudencia». «Si en 2018 se puede hacer, se hará; si no, habrá que esperar. Frivolidades las justas».

El año pasado, el Cautivo sufrió de madrugada una estampida en Carretería y, además, Castillo quiere salir la primera el Lunes Santo. Así se queja de que llevan solicitándolo 15 años porque no sólo han tenido ese problema en Carretería, sino muchos otros de seguridad. «Para nosotros es la única oportunidad, me temo, que tenemos para mejorar nuestro horario», señala, y recalca que ahora, con el cambio, «no se pondría en práctica la política de derechos adquiridos que se viene esgrimiendo año tras año», lo que impide al Cautivo mejorar. En cuanto al recorrido, «es un revulsivo que necesita la Semana Santa después de noventa y tantos años sin mover prácticamente nada».

Cortés insiste en que ahora hay mucha psicosis por el terrorismo y eso obliga a «replantearse la concepción actual de los eventos en la ciudad», pero defiende que el año pasado funcionaron a la perfección los protocolos: hubo un infarto en calle Larios, entró la ambulancia y se salvó la vida al hombre. «Ahora resulta que las vías de evacuación no funcionaban, que las sillas estaban molestando», dice. Sus propuestas son de calado: para empezar, se van a señalizar las vías de evacuación; se van a eliminar todos los obstáculos fijos en las vías perpendiculares y eso afecta a las televisiones y los quioscos. En relación a las primeras, él no habla «de señal única», sino de las estructuras. Hay que tender, por ejemplo, «al modelo que había en la tribuna, una estructura metálica, colgada, y compartirla entre varias señales». Eso supone, simplemente, poner las cámaras de otra forma y desplazar los quioscos, no que desaparezcan. En cuanto a las sillas de Carretería, dice: «¿Vamos a eliminarlas? Tampoco, habrá que restringirlas primando las vías de evacuación». No habrá sillas, por supuesto, en las entradas de los bares.

Otro concepto novedoso es la posibilidad de extender la seguridad de paso desde el recorrido oficial a otras zonas como Carretería o donde sea necesaria contratando más auxiliares y, según el día, mover esos controles de paso. Por ejemplo, el Lunes Santo podrían hacerse en Uncibay, Tejón y Rodríguez y Carretería y el Martes Santo, en Mármoles. «Sí tenemos vocación de analizar cada día y ver dónde sería necesario regular los tránsitos de gente». Para garantizar que las vías quedan libres, el dispositivo de la Policía Local llegará antes del mediodía, tal vez a primera hora de la mañana. La presencia uniformada ahuyenta los problemas y las ganas de pelea.

Atencia recuerda que el plan de seguridad ha funcionado bien e insiste en que hay un millón de visitas cada año y nunca ha pasado nada, salvo el incidente del Cautivo. Souviron prefiere, por su parte, que Carretería sea para el cofrade de a pie, sin sillas. «El Cautivo pasa por Carretería desde el 41, pero hay que diferenciar entre Carretería a las cuatro y Carretería a las dos de la mañana», afirma Castillo, e insiste en más conflictos que no han trascendido. Espera que no se resientan sus filas de nazarenos el año que viene.

Atencia desgrana más elementos del nuevo recorrido: la idea es que no se pierdan sillas, que podrán ser redistribuidas: «El máximo posible siempre que sea compatible con la seguridad», dice. Se va a poner en marcha un sistema de rotación de sillas, para que el abonado que no la vaya a usar la ponga a disposición de terceros por días a través de la Agrupación. Souviron insiste en que van a primar «la comodidad y la seguridad». Castillo opina lo mismo, cree que son baratas y recuerda que cualquier espectáculo vale más, pero cree que si se pueden poner más, que se haga, aunque no a costa de la seguridad y la comodidad.

Atencia subraya que se busca una estética homogénea en cuanto al mobiliario, que las tribunas permitan ver a quienes no tengan silla las procesiones, por lo que su impacto visual va a ser menor; se busca además que durante el día se pueda disfrutar, durante un paseo, del recorrido oficial, incluir un espacio temático, «que está por concretar».

En cuanto a los problemas del día a día de la Semana Santa, Souviron es claro: «El Domingo de Ramos no tiene solución; vamos poniendo parches, pero parche que ponemos sale por otro lado; el Lunes Santo hay un problema del Cautivo, claramente; el Martes Santo hay una encrucijada en Uncibay que no tiene solución; el Miércoles Santo son todas cofradías del Centro, al salir por aquí y tener un recorrido corto, lo que intentan es estar más tiempo en la calle, es una cuestión puntual; el Jueves Santo hay un problema en Carretería, porque el paso de Mena lleva aparejado que Viñeros y Cena tengan un gran problema de orden público y el Viernes Santo tiene el problema de la entrada a la Catedral». El Domingo de Ramos se soluciona con el nuevo recorrido, «porque las entradas y salidas permeabilidad», pese a ser nueve cofradías; el Martes Santo, cuando se abra la segunda puerta de la Catedral, se ha solucionado, añade; el Lunes Santo está en vías de solución, «se está oyendo al Cautivo más que nunca». Además, insiste en que ahora las hermandades quieren salir antes porque se quieren encerrar más pronto, tener más gente en la calle y los medios hacen que muchos sigan la Semana Santa desde sus casas. Es, en definitiva, un cambio sociológico porque antes salir la última era un honor.

Todo eso, precisa Atencia, hay que hablarlo con los hosteleros, el Ayuntamiento y otros colectivos de la ciudad. El nuevo recorrido, además, dará más posibilidades a nuevas cofradías llegadas del extrarradio, como ha ocurrido en los últimos años con Nueva Esperanza, Humildad y Paciencia y Mediadora. Ahora, hay una solicitud de Medinaceli. «Son cofradías que han supuesto un revulsivo para la Semana Santa», dice Atencia, porque el potencial de crecimiento está «en los barrios», también para las del Centro, casi sin feligreses que vivan en él. Casi todo el mundo proviene de los barrios.

Atencia recuerda que las cofradías han subsistido 500 años porque se financian de sus propias cuotas y son apolíticas, además de generar un importante impacto económico y crear mucho empleo (81 millones de euros y 15.000 puestos de trabajo, con una ocupación hotelera del 90 o 95%). Hay más de 80.000 hermanos de cuota. «Cuando el Ayuntamiento le cede un suelo a una cofradía por 75 años hace una inversión magnífica. La cofradía es la que se hipoteca, construye y genera prestigio en el entorno, además de hacer labor social, de convivencia y espiritualidad», reflexiona.

Para sobrevivir, Castillo cree que hay que adaptarse. «Debemos profundizar en lo auténtico, es la clave de la supervivencia».