Un respiro para las familias. Así se presenta Mavego, un centro pionero que abrirá sus puertas en los próximos días en Málaga, que atenderá de forma continuada a niños con enfermedades crónicas o alguna discapacidad y que necesitan de cuidados sanitarios que, hasta el momento, no pueden recibir en las guarderías convencionales. Son niños a los que hay que administrar una medicación diaria, diabéticos, con problemas respiratorios o de la piel, y que podrán ir a un centro infantil con enfermeras.

María Velasco es la ideóloga de esta iniciativa. «Lo que ofrecemos es calidad de vida para los niños para también para sus familias», sostiene. «Si un niño se pone malo en una guardería, las maestras tienen que llamar a los padres incluso para darle un Dalsy lo que supone un pequeño trastorno. Cuánto más en el caso de los niños que requieren de una medicación diaria», explica.

Velasco terminó la carrera de Enfermería en 2010 y estuvo trabajando posteriormente dos años. Luego estudió la especialidad de enfermería pediátrica, el MIR de los enfermeros (EIR), en el hospital Vall d´Hebron, en Barcelona. «Estoy muy contenta con la formación que recibí allí. Me abrió mucho las ideas y las formas de tratar y atender a niños crónicos». Velasco también tiene un master en Enfermería Escolar, otro en Cuidados Prenatales y de la Infancia y un último de Nutrición.

Toda esta formación, toda esta vocación, la pone ahora al servicio de las familias con estas necesidades concreta. «Estamos seguros de que podemos aportar mucho a los niños y familias que residan en Málaga mejorando su calidad de vida, tanto de los pequeños como de sus padres, ya que normalmente son las madres las que dejan de trabajar por hacerse cargo de su hijo en casa», reconoce.Enfermos temporales

En cualquier caso, la guardería Mavego, que se encuentra situada en la calle Elena Soriano, en el Polígono Alameda, no solo atenderá a estos niños que por motivos de salud no puedan ser cuidados en su escuela infantil, también lo hará con los que estén enfermos durante una temporada o símplemente a las familias que tan sólo requieran un momento de respiro al día, a la semana, o de forma puntual, tenga el niño alguna patología o no. Eso sí, los pequeños no pueden ser mayores de 6 años de edad.

«No tenemos matrículas y el pago se realiza por horas, así que no hay ningún tipo de problemas en ese sentido», destaca la gerente de este centro infantil sanitario, que para poder desarrollar una atención más personalizada, reduce la ratio de alumnos. Si en un centro de Infantil convencional las clases son de 20 o 25 alumnos por monitor, en este caso no superarán la decena, y los niños además de una técnico en Educación Infantil recibirán las atenciones de una enfermera.

Ésta será la encargada de administrar la medicación por cualquiera de las vías: oral, intravenosa, intramuscular, subcutánea, tópica, inhalada o rectal. También de administrar sueroterapia, aerosolterapia o oxigenoterapia, colocar sondajes, cuidar estomas y cambios necesarios de bolsa de ostomías, así como llevar a cabo cuidados específicos de la piel, segumiento de la alimentación por sondas naso-orogástricas, controles de los niños con diabetes o de escolares con necesidades respiratorias, tanto revisión de cánulas, aspiración de secreciones o administración de medicación inhalada.

El día a día que se va a realizar en el centro será como en una guardería. Prácticamente con los mismos horarios, con las mismas acciones y con los mismos objetivos. Pero las enfermeras no solo se ocuparán de administrar la medicación a los niños cuándo les toque, sino que también van a educarlos en salud. «Enseñarles su patología, cómo les afecta, cómo tienen que cuidarse, cómo actuar en caso de emergencia, como curar una herida...»