El volumen total de préstamos bancarios en manos de las empresas y familias de Málaga se ha recortado una tercera parte desde que comenzó la crisis. La caída se debe tanto al cerrojazo crediticio que durante muchos años han impuesto las entidades financieras (y que ya remite) como al proceso de desapalancamiento (término que hace referencia al desendeudamiento del sector privado) que Bruselas demandó a la economía española y que, a juicio de los expertos, era realmente necesario. Si en 2008 el volumen de préstamos alcanzó un máximo histórico de casi 47.500 millones de euros, la cifra se mueve ahora en poco más de 31.000 millones, según los últimos datos del Banco de España correspondientes al primer trimestre de 2017. Esta dinámica se deja notar también vivamente en la actual ratio créditos/depósitos. Así, familias y empresas adeudan ahora a los bancos en préstamos un 45% más de lo que tienen ahorrado en depósitos (cerca de 21.700 millones). Es una ratio indicativa quizá aún algo alta pero mucho más reducida a la del inicio de la crisis, cuando el sector privado malagueño manejaba en créditos hasta un 135% más de lo ahorrado.

Fuentes del sector consultadas por este periódico afirman que no hay una ratio créditos/depósitos de referencia que puede considerarse como idónea para una economía (hay otros instrumentos de ahorro en el sector privado al margen de los depósitos bancarios), pero sí admiten que ese 135% que registraba Málaga en la época del boom económica reflejaba «un excesivo endeudamiento». La provincia, por su especial dinamismo inversor, siempre ha manejado un tasa más altas que otras zonas en este apartado pero al menos ahora se está más en consonancia con la media española (que después de haber bajado en este tiempo también algo se sitúa cerca del 20%). En la Eurozona, la ratio es de menos del 10%.

«También es cierto que si no hay suficiente crédito la economía no marcha, y en una provincia como Málaga ese factor es todavía más necesario. En cualquier caso, las cifras de nuevas operaciones de crédito que conceden los bancos ya están aumentado en relación a años anteriores. Si el volumen total de créditos ha seguido bajando es porque siguen siendo mucho más los que van siendo amortizados que los nuevos que se suscriben», comentan estas fuentes. Las entidades financieras, por otro lado, prestan ahora mismo, por lo general, cuantías bastante inferiores a las de hace unos años.

Estas impresiones son compartidas por otras voces. El Colegio de Economistas de Málaga ve ya una mayor apertura crediticia por parte de los bancos pero viene afirmando que la economía de la provincia podría crecer a mayor ritmo si esa apuesta fuera más decidida y las pymes tuvieran más facilidades de financiación . El crecimiento en Málaga fue del 3% en 2016 y para este año podría acercarse de nuevo a esa tasa aunque el Colegio defiende que con un mayor flujo de crédito el alza podría rondar el 3,5% e incluso acercarse al 4%. Por su parte, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) espera que el canal de préstamos bancarios se reactive por completo ahora que se ha dejado atrás la época más dura de la crisis y las empresas se plantean operaciones de compra de maquinaria o mercancía y procesos de internacionalización.