El Puerto de Málaga ha recibido un yate de lujo 'Grand Rusalina', que destaca por su curioso diseño, ya que se encuadra dentro de la categoría de "expedición", al estar preparado para navegar por todo tipo de climas. Este yate, que llegó ayer desde Puerto Banús, fue construido en 2003 en unos astilleros de Nueva Orleans (EEUU) por la empresa Trinity Yachts y tiene bandera de las Islas Caimán. Está valorado en 32 millones de euros y, aunque está pensado para viajes largos y ambientes extremos, no renuncia a un interior y servicios de lujo. De hecho, se suele utilizar como yate de servicio charter, que se alquila para realizar viajes privados.

Sus casi 60 metros de eslora esconden en su interior ocho cabinas para 16 pasajeros y una dotación de nueve tripulantes. Fue reformado en 2014 para afinar el lujo de su interior, con un Spa, una plataforma de aterrizaje de helicóptero, una piscina y una barbacoa.

Sin embargo, lo que destaca de este barco son sus cualidades marineras y el diseño, con un casco de acero y una superestructura de aluminio, con cubiertas de teca. El motor de este yate está equipado con un sistema ultramoderno de estabilización que reduce el efecto de movimiento y resulta una navegación más suave.

El 'Grand Rusalina' se desplaza por dos motores diésel Caterpillar, con una velocidad máxima de 14 nudos y una velocidad crucero de 12,5 nudos. La capacidad de su depósito de combustible es de 176.000 litros, lo que le confiere una autonomía de 6.000 millas náuticas a 13 nudos. Sus tanques de agua rondan los 32.000 litros.