Unicaja Banco ya cotiza en Bolsa y pasa a jugar en «la primera división empresarial», como afirmó ayer en Madrid su presidente, Manuel Azuaga, durante el toque de campana que formalizó el tan esperado debut del banco malagueño en el parqué. La salida al mercado bursátil supone un hito para la entidad y un salto de dimensión que le permitirá afrontar con mucha mayor ambición sus objetivos estratégicos. El desembarco de Unicaja en la Bolsa fue además muy bien recibido por los inversores, ya que sus acciones subieron un 6,36% en su primera jornada desde los 1,10 euros del valor inicial de referencia, cerrando la sesión en 1,17. Por momentos, el valor llegó estar incluso en 1,2, lo que habla también del buen transcurso de esa jornada de debut en la que, como dato también a destacar se intercambiaron 83 millones de acciones con un valor en efectivo de 97 millones de euros.

Por otro lado, la subida de las acciones hace que la entidad, que debutó con una capitalización bursátil de 1.703 millones de euros, añadiera en su primera jornada casi 108 millones más de valoración, alcanzando los 1.810,9 millones. El salto de Unicaja al parqué deja así en sus primeros instantes buenas sensaciones aunque fuentes del sector, señalaron, no obstante, que se necesita del transcurso de varias jornadas para que se defina la evolución bursátil.

Azuaga, acompañado por el consejero delegado de Unicaja Banco, Enrique Sánchez del Villar, afirmó que con la salida a Bolsa, Unicaja Banco ha dado «un paso adelante en la misma dirección en que hemos estado avanzando todos estos años», recordando que la entidad malagueña responde a un modelo de banca «prudente» que en este tiempo se ha consolidado como el séptimo grupo bancario español en volumen de activos.

Al acto del toque de campana acudieron unas 150 personas entre directivos del banco, representantes de las entidades colocadoras que han asesorado a Unicaja durante el proceso de salida a Bolsa y medios de comunicación.

Por su parte, el consejero delegado, Enrique Sánchez del Villar, y el director general de Finanzas, Pablo González, se mostraron «tremendamente satisfechos» con el trabajo realizado y por la confianza que han demostrado los inversores en la entidad. Según explicaron, un 86% de los 625 millones de nuevas acciones que ha emitido Unicaja (que suponen el 40,4% de su capital) han sido adquiridas por inversores internacionales (el 50% americanos y el otro 36% de otras zonas, principalmente de Londres) mientras que el 13% restante ha ido al mercado doméstico. En las rondas de contactos se ha viajado a plazas como Londres, Nueva York, Fráncfort, París o Madrid, manteniendo reuniones con «multitud de inversores».

Los responsables de Unicaja destacaron además que el 89% de los inversores responde a un perfil de especialistas en el sector financiero e inversores a largo plazo y justificaron el precio de venta (1,10 euros por acción, el rango más bajo de la horquilla que se manejaba) afirmando que el importe obtenido «cubría nuestras necesidades de capital para afrontar el crecimiento futuro, los requerimientos y mantenemos uno de los mayores de capital del sector». Además, recordaron que la entidad ha recibido durante la fase de prospección de la demanda (las dos semanas previas al debut bursátil) órdenes de compra que superaban dos veces el importe de la emisión. «Eso es señal de la importancia y la apuesta que los inversores hacen por el sector financiero español y las entidades de calidad», dijeron.

Sobre la posibilidad de que los bancos colocadores ejerzan durante las próximas semanas la opción de emitir otros 62,5 millones de acciones (green shoe) para cubrir la posible sobredemanda, González dijo que «dependerá de cómo vaya el mercado, y como de momento va bien es posible que haya que hacerla».Discurso del presidente

Azuaga, durante el discurso que siguió al toque de campana, destacado que, a pesar de los duros años de crisis que han dejado «profundas e intensas transformaciones», Unicaja Banco ha sabido «mantenerse independiente», consolidando sus cuotas de mercado y áreas de negocio y contribuyendo a la recuperación económica en su entorno. La salida a Bolsa supone ahora» continuar avanzando hacia nuestros objetivos estratégicos». También aseguró que Unicaja Banco mantendrá en esta nueva etapa sus rasgos esenciales de «prudencia, rentabilidad, calidad e innovación». A su juicio, la presencia en el mercado bursátil será un «catalizador» que fortalecerá a la entidad, reforzará su actividad y la convertirá en un «socio de referencia» para los inversores.

El presidente de Unicaja Banco tuvo además palabras de agradecimiento para todos los que han participado en el proceso de salida a Bolsa dentro y fuera de la entidad y para los empleados del banco, pero mencionó especialmente «por ser de justicia» su reconocimiento personal a la labor de Braulio Medel (ausente en el acto de este viernes en Madrid), que dejó la presidencia de la entidad hace un año y que actualmente preside la Fundación Bancaria Unicaja, su principal accionista.

Unicaja ya ha comentado que la previsión es alcanzar un free float (el capital flotante de la entidad que está en el mercado) del 48,3% de su accionariado, sin considerar el potencial ejercicio del green shoe. El 51,7% restante corresponderá al principal accionista del banco, la Fundación Bancaria Unicaja, que con la salida a Bolsa verá diluido su peso desde el actual 86,7%. Si se ejecuta el green shoe el peso de la Fundación bajaría al 49,7%.

Unicaja utilizará lo recaudado con su salto al parqué, por un lado, a devolver al FROB los 604 millones de euros en ayudas públicas que Ceiss recibió en su día (las obligaciones convertibles contingentes conocidas como cocos) y a financiar la compra del 21% que el FROB mantiene en esa entidad (62 millones). El resto se destinará a reforzar la posición de capital y a fines corporativos generales.

Unicaja, que sustituirá al Popular como séptimo banco cotizado español, tiene 57.200 millones de euros en activos a cierre de 2016 y más de 3,1 millones de clientes, así como 7.365 empleados.